Renfe ha solicitado el transporte de una sección del S106 para reanudar las pruebas que habían sido detenidas.
Talgo planea volver a activar el proceso de homologación en Francia para el modelo Avril, el cual Renfe desea utilizar en la línea de alta velocidad entre Lyon y París. El 7 de julio, la operadora pública otorgó un contrato de más de 11.000 euros a Transfesa para el transporte de un tren Talgo S106, conocido como Avril, de Barcelona a Le Soler en el sur de Francia, de acuerdo a la Plataforma de Contratación del Sector Público. Este traslado tiene como objetivo reiniciar las pruebas para su homologación y permitir su circulación en la línea de alta velocidad de mayor demanda en Francia, aunque Renfe y Talgo no han hecho declaraciones al respecto. El movimiento se realizó tras una reunión entre Talgo y el responsable francés de certificación de los Avril el 18 de junio, como confirmó Lionel Arnold, director de autorizaciones del Organismo Público de Seguridad Ferroviaria (EPFS), días antes. Actualmente, la entrada de Renfe en el mercado francés parece estar estancada. Talgo detuvo las pruebas en Francia hace más de un año. Arnold señaló que no puede estimar el tiempo necesario para obtener la homologación del tren. Por su parte, Renfe anunció en abril que está reconsiderando sus operaciones en el país vecino debido a «las dificultades y constantes retrasos que enfrenta en el despliegue de sus servicios de alta velocidad en Francia», según un comunicado oficial. Francia es un mercado estratégico. Actualmente, Renfe ofrece dos rutas transfronterizas hacia Francia: una que conecta Madrid con Marsella y otra entre Barcelona y Lyon. Sin embargo, la meta principal de la empresa ha sido, desde un inicio, conectar París con Lyon, ya que este es el recorrido más lucrativo de la red de trenes de alta velocidad en Francia. La empresa ha estado trabajando en el proyecto durante años, pero ha denunciado en varias ocasiones que las autoridades francesas le han impuesto diversas barreras técnicas y burocráticas para la homologación de los trenes Avril que quiere utilizar. Este proceso ha complicado su entrada al mercado, que el ex presidente Raül Blanco había propuesto lograr para los Juegos Olímpicos de París en julio del año pasado. Sin embargo, tras no cumplir con esa meta, Renfe ha actualizado sus previsiones y ahora estima que no podrá alcanzar este objetivo hasta al menos 2029. La directora general de Estrategia Global de Renfe Operadora, Paloma Baena, reveló esta información durante un evento sobre el sector ferroviario realizado en febrero en el Senado francés. En su intervención, afirmó que Francia debería «acelerar el proceso de aprobación y certificación, así como mejorar su transparencia y previsibilidad». Para Renfe, el mercado francés es esencial en su estrategia de internacionalización, como evidencia la apertura de su delegación en el país, Renfe France, Societé par Actions Simplifiée, destinada a explorar oportunidades de negocio. La empresa pública tiene como objetivo aumentar sus ingresos internacionales, aspirando a que estos representen un 10% de sus ventas en el mediano plazo, para mitigar el impacto negativo en sus finanzas debido a la guerra de precios provocada por la liberalización del transporte de alta velocidad en España, tras la llegada de Iryo y Ouigo, la subsidiaria de bajo costo de la SNCF. Además del interés de Renfe en homologar el tren Avril, Talgo también considera crucial certificar el tren en Francia, ya que en enero de 2023 firmó un acuerdo con el operador francés de alta velocidad Le Train para desarrollar una flota de trenes de alta velocidad adaptados al mercado francés, basada en la plataforma Avril, que es líder en el sector.
Talgo planea volver a activar el proceso de homologación en Francia para el modelo Avril, el cual Renfe desea utilizar en la línea de alta velocidad entre Lyon y París. El 7 de julio, la operadora pública otorgó un contrato de más de 11.000 euros a Transfesa para el transporte de un tren Talgo S106, conocido como Avril, de Barcelona a Le Soler en el sur de Francia, de acuerdo a la Plataforma de Contratación del Sector Público. Este traslado tiene como objetivo reiniciar las pruebas para su homologación y permitir su circulación en la línea de alta velocidad de mayor demanda en Francia, aunque Renfe y Talgo no han hecho declaraciones al respecto. El movimiento se realizó tras una reunión entre Talgo y el responsable francés de certificación de los Avril el 18 de junio, como confirmó Lionel Arnold, director de autorizaciones del Organismo Público de Seguridad Ferroviaria (EPFS), días antes. Actualmente, la entrada de Renfe en el mercado francés parece estar estancada. Talgo detuvo las pruebas en Francia hace más de un año. Arnold señaló que no puede estimar el tiempo necesario para obtener la homologación del tren. Por su parte, Renfe anunció en abril que está reconsiderando sus operaciones en el país vecino debido a «las dificultades y constantes retrasos que enfrenta en el despliegue de sus servicios de alta velocidad en Francia», según un comunicado oficial. Francia es un mercado estratégico. Actualmente, Renfe ofrece dos rutas transfronterizas hacia Francia: una que conecta Madrid con Marsella y otra entre Barcelona y Lyon. Sin embargo, la meta principal de la empresa ha sido, desde un inicio, conectar París con Lyon, ya que este es el recorrido más lucrativo de la red de trenes de alta velocidad en Francia. La empresa ha estado trabajando en el proyecto durante años, pero ha denunciado en varias ocasiones que las autoridades francesas le han impuesto diversas barreras técnicas y burocráticas para la homologación de los trenes Avril que quiere utilizar. Este proceso ha complicado su entrada al mercado, que el ex presidente Raül Blanco había propuesto lograr para los Juegos Olímpicos de París en julio del año pasado. Sin embargo, tras no cumplir con esa meta, Renfe ha actualizado sus previsiones y ahora estima que no podrá alcanzar este objetivo hasta al menos 2029. La directora general de Estrategia Global de Renfe Operadora, Paloma Baena, reveló esta información durante un evento sobre el sector ferroviario realizado en febrero en el Senado francés. En su intervención, afirmó que Francia debería «acelerar el proceso de aprobación y certificación, así como mejorar su transparencia y previsibilidad». Para Renfe, el mercado francés es esencial en su estrategia de internacionalización, como evidencia la apertura de su delegación en el país, Renfe France, Societé par Actions Simplifiée, destinada a explorar oportunidades de negocio. La empresa pública tiene como objetivo aumentar sus ingresos internacionales, aspirando a que estos representen un 10% de sus ventas en el mediano plazo, para mitigar el impacto negativo en sus finanzas debido a la guerra de precios provocada por la liberalización del transporte de alta velocidad en España, tras la llegada de Iryo y Ouigo, la subsidiaria de bajo costo de la SNCF. Además del interés de Renfe en homologar el tren Avril, Talgo también considera crucial certificar el tren en Francia, ya que en enero de 2023 firmó un acuerdo con el operador francés de alta velocidad Le Train para desarrollar una flota de trenes de alta velocidad adaptados al mercado francés, basada en la plataforma Avril, que es líder en el sector.