Nada emociona más a los aficionados del Real Madrid que observar a un joven formado en la cantera ascender al primer equipo y abrir esa puerta de la que hablaba Camacho acerca de los futbolistas jóvenes. Gonzalo García dejó una impresión positiva durante el Mundial de Clubes, logrando convencer tanto a Xabi Alonso como a los aficionados, quienes están entusiasmados con la idea de que el joven tenga la oportunidad de convertirse en el nuevo Joselu. Esto significa que le den tiempo para desempeñar el rol de «nueve» puro, una referencia que permite diversas estrategias de ataque, adaptándolas según lo requiera cada situación. Joselu llegó a préstamo del Espanyol en un movimiento que inicialmente sorprendió a muchos, pero que resultó ser acertado debido a su papel destacado en momentos cruciales hacia la consecución de la decimoquinta Copa de Europa. Los otros delanteros tenían un estilo diferente, más agresivo y menos enfocado en el área, así que Ancelotti optó por darles tiempo de juego cuando las situaciones se complicaban o el «plan A» no daba resultados. La temporada anterior, algunos sintieron la falta de Joselu en ciertos momentos, ya que Mbappé no es un delantero centro tradicional y estático, a pesar de haber jugado bastante en esa función. Para Ancelotti, el jugador más puro en la posición de delantero que tenía era Endrick, pero este recién había llegado y el italiano le pedía tiempo para adaptarse y seguir el camino que deben recorrer los jóvenes para hacerse importantes en el Real Madrid. Endrick, un prometedor delantero de 19 años lleno de potencial, sufrió una lesión muscular en los isquiotibiales que lo dejó fuera del último partido de la última Liga y también lo impidió participar en el Mundial de Clubes, donde Gonzalo aprovechó su ausencia. Además, Mbappé tuvo una intoxicación alimentaria que lo mantuvo alejado al inicio del torneo, por lo que Xabi Alonso, que era nuevo en el equipo, le otorgó la titularidad a Gonzalo, quien respondió anotando un gol cada 113 minutos y finalizó como el máximo goleador del torneo con cuatro goles. Terminó igualado en goles con Di María (Benfica), Guirassy (Borussia Dortmund) y Marcos Leonardo (Al Hilal), pero, al brindar una asistencia, se ubicó en el primer lugar de la lista. Gonzalo anotó tanto con el pie como de cabeza y mostró un gran desempeño fuera del área, moviéndose a veces hacia la izquierda, donde recibía el balón de espaldas para después pasarlo a sus compañeros que llegaban en carrera. Se esforzó al máximo, consciente de que ese torneo podría transformar su vida, y efectivamente lo hizo. Antes, existía la posibilidad de que fuera cedido (el Getafe estaba muy interesado), pero tras el Mundial, en el club decidieron que no querían dejarlo ir, ya que creían que se había ganado toda su confianza. No se tomó ninguna decisión acerca de él, ni antes ni durante las vacaciones del Real Madrid, mientras el entrenador lo ha alabado en cada ocasión que ha tenido.
Nada emociona más a los aficionados del Madrid que observar a un jugador formado en su cantera ascender al primer equipo y atravesar esa barrera que Camacho mencionaba en relación a los jóvenes. Gonzalo García dejó una impresión positiva durante el Mundial de Clubes, logrando convencer tanto a Xabi Alonso como a los aficionados, quienes están entusiasmados con la idea de que el joven tenga la oportunidad de convertirse en el nuevo Joselu. Esto significa que le den tiempo para desempeñar el rol de «nueve» puro, una referencia que permite diversas estrategias de ataque, adaptándolas según lo requiera cada situación. Joselu llegó a préstamo del Espanyol en un movimiento que inicialmente sorprendió a muchos, pero que resultó ser acertado debido a su papel destacado en momentos cruciales hacia la consecución de la decimoquinta Copa de Europa. Los otros delanteros tenían un estilo diferente, más agresivo y menos enfocado en el área, así que Ancelotti optó por darles tiempo de juego cuando las situaciones se complicaban o el «plan A» no daba resultados. La temporada anterior, algunos sintieron la falta de Joselu en ciertos momentos, ya que Mbappé no es un delantero centro tradicional y estático, a pesar de haber jugado bastante en esa función. Para Ancelotti, el jugador más puro en la posición de delantero que tenía era Endrick, pero este recién había llegado y el italiano le pedía tiempo para adaptarse y seguir el camino que deben recorrer los jóvenes para hacerse importantes en el Real Madrid. Endrick, un prometedor delantero de 19 años lleno de potencial, sufrió una lesión muscular en los isquiotibiales que lo dejó fuera del último partido de la última Liga y también lo impidió participar en el Mundial de Clubes, donde Gonzalo aprovechó su ausencia. Además, Mbappé tuvo una intoxicación alimentaria que lo mantuvo alejado al inicio del torneo, por lo que Xabi Alonso, que era nuevo en el equipo, le otorgó la titularidad a Gonzalo, quien respondió anotando un gol cada 113 minutos y finalizó como el máximo goleador del torneo con cuatro goles. Terminó igualado en goles con Di María (Benfica), Guirassy (Borussia Dortmund) y Marcos Leonardo (Al Hilal), pero, al brindar una asistencia, se ubicó en el primer lugar de la lista. Gonzalo anotó tanto con el pie como de cabeza y mostró un gran desempeño fuera del área, moviéndose a veces hacia la izquierda, donde recibía el balón de espaldas para después pasarlo a sus compañeros que llegaban en carrera. Se esforzó al máximo, consciente de que ese torneo podría transformar su vida, y efectivamente lo hizo. Antes, existía la posibilidad de que fuera cedido (el Getafe estaba muy interesado), pero tras el Mundial, en el club decidieron que no querían dejarlo ir, ya que creían que se había ganado toda su confianza. No se tomó ninguna decisión acerca de él, ni antes ni durante las vacaciones del Real Madrid, mientras el entrenador lo ha alabado en cada ocasión que ha tenido.
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