El conflicto por los títulos iniciado por el Gobierno contra el PP ha comenzado a enfrentar críticas desde sus propias filas y podría estar cerca de colapsar internamente. Fuentes consultadas por LA RAZÓN aseguran que en el equipo de asesores de la Presidencia «todos son individuos del ámbito académico». Oxford, Harvard, Georgetown y Bolonia son ejemplos de universidades de élite donde se han formado los expertos que asesoran al presidente, quienes están especializados en Ciencia Política, Sociología y Economía, y que poseen una conexión ideológica con el PSOE, aunque su influencia dentro del partido no sea significativa. Sin embargo, considerando las recientes decisiones y la percepción del presidente entre la población –que es la más negativa desde la instauración de la Democracia tras la Transición–, ¿de qué vale esta «titulitis» si el resultado es tan insatisfactorio? Quizás en Moncloa sea momento de que dejen de enfocarse en los currículos y dirijan su atención hacia las verdaderas capacidades.
El conflicto por los títulos que el Gobierno ha iniciado contra el PP ha comenzado a recibir críticas de sus propios aliados y parece estar en vías de colapsar desde adentro.
El conflicto por los títulos generado por el Gobierno contra el Partido Popular ha comenzado a recibir críticas desde su propio bando y parece estar próximo a una autodestrucción interna. Fuentes citadas por LA RAZÓN afirman que en el equipo de asesores de la Presidencia «todas las personas provienen del ámbito académico». Algunas de las instituciones de prestigio donde se han formado los expertos que asesoran al presidente incluyen Oxford, Harvard, Georgetown y Bolonia. Estos especialistas, con enfoque en Ciencia Política, Sociología y Economía, tienen una conexión ideológica con el PSOE, pero no una influencia significativa dentro del partido. Sin embargo, considerando sus decisiones recientes y la percepción que los ciudadanos tienen del presidente –la más negativa en la historia de la Democracia desde la Transición–, ¿de qué vale esta «titulitis» si el resultado es tan insatisfactorio? Quizás en Moncloa deberían dejar de enfocarse en los currículums y concentrarse en la verdadera capacidad de las personas.