España es un país con una gran variedad lingüística, resultado de su historia y diversidad cultural. El castellano es considerado la lengua oficial y su variedad lingüística como su riqueza cultural han propiciado la llegada de nuevas formas de practicarlo. Desde jergas hasta mecanismos lingüísticos que han jugado con su formulación. Este ejemplo es uno de los más representativos y cuenta con una historia desconocida para muchos.
No obstante, si bien esta lengua es considerada como la oficial para todo el territorio español, también existen otras es lenguas cooficiales reconocidas en distintas comunidades autónomas que aportan a cada zona un matiz diverso y una personalidad propia. Por un lado, el catalán, practicado en Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares, el gallego, en Galicia y el euskera, en el País Vasco y parte de Navarra. Por otra parte, pese a no contar con una consideración parecida a las anteriores, el aragonés y el asturleonés o bable gozan de una gran representación en sus respectivas localidades.
Asimismo, en nuestro país se hablan numerosos dialectos y variantes del castellano. Tal es el caso del andaluz, el murciano, el extremeño o el canario, cada uno con particularidades fonéticas, léxicas y gramaticales. Esta diversidad convierte a España en un territorio multilingüe y multicultural, donde conviven distintas formas de hablar que reflejan identidades regionales profundas. Sin embargo, durante los últimos tiempos se ha popularizado en redes sociales la tradición que sigue una pequeña localidad ubicada en las Islas Canarias que guarda relación con el juego del castellano. Pese a que su historia se ha conocido recientemente, la realidad es que goza de décadas de historia.
El «vesrre»: la tradición de San Cristóbal de la Laguna
En Tenerife, una ciudad ubicada en la parte norte cuenta con una de las historias más fascinantes del territorio isleño. Se trata de San Cristóbal de la Laguna y el famoso «vesrre». Se trata de un mecanismo lingüístico que se emplea en contextos informales como una manera creativa y popular de jugar con el lenguaje, invirtiendo las sílabas de ciertas palabras para darles un tono coloquial o encriptado. Pero realmente lo interesante de todo el tema llega con el cómo llego esta práctica a la ubicación. Para ello hay que remontarse a los años treinta del siglo pasado.
Laguna es una ciudad con tradición de negocios. En este contexto, Francisco Fariña Izquierdo es el protagonista de esta atrayente leyenda. Aunque contaba con un carácter muy polifacético, su principal ocupación era la de barbero y es en el ejercicio de su profesión donde se vieron los primeros coletazos de este forma de hablar. Este empleaba a menudo el «vesrre» con sus clientes con el fin de tomarles el pelo. De esta manera, con el paso del tiempo su uso se extrapoló a los diferentes locales consolidando la llegada de este nuevo idioma.
Hoy en día, el objetivo del pueblo es el reconocimiento de las instituciones. Desde hace años, los principales promotores del mismo están trabajando en que, en un futuro no muy lejano, el «vesrre» sea considerado por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial, dejando así constancia de la contribución del barbero.
El origen argentino del mecanismo lingüístico
Aunque no se sabe a ciencia cierta si Fariña tomó inspiración de la tierra del asado para traer esta jerga a España, la realidad es que existe una costumbre popularizada en varias ciudades del país. Por norma general se utiliza principalmente en Argentina, pero también en partes de Uruguay, especialmente en las ciudades de Buenos Aires y Montevideo. Aunque su uso no es masivo en la vida cotidiana, sigue siendo reconocible en canciones de tango, en el habla de generaciones mayores y en ciertos sectores sociales.
España es un país con una gran variedad lingüística, resultado de su historia y diversidad cultural. El castellano es considerado la lengua oficial y su variedad lingüística como su riqueza cultural han propiciado la llegada de nuevas formas de practicarlo. Desde jergas hasta mecanismos lingüísticos que han jugado con su formulación. Este ejemplo es uno de los más representativos y cuenta con una historia desconocida para muchos.. No obstante, si bien esta lengua es considerada como la oficial para todo el territorio español, también existen otras es lenguas cooficiales reconocidas en distintas comunidades autónomas que aportan a cada zona un matiz diverso y una personalidad propia. Por un lado, el catalán, practicado en Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares, el gallego, en Galicia y el euskera, en el País Vasco y parte de Navarra. Por otra parte, pese a no contar con una consideración parecida a las anteriores, el aragonés y el asturleonés o bable gozan de una gran representación en sus respectivas localidades.. Asimismo, en nuestro país se hablan numerosos dialectos y variantes del castellano. Tal es el caso del andaluz, el murciano, el extremeño o el canario, cada uno con particularidades fonéticas, léxicas y gramaticales. Esta diversidad convierte a España en un territorio multilingüe y multicultural, donde conviven distintas formas de hablar que reflejan identidades regionales profundas. Sin embargo, durante los últimos tiempos se ha popularizado en redes sociales la tradición que sigue una pequeña localidad ubicada en las Islas Canarias que guarda relación con el juego del castellano. Pese a que su historia se ha conocido recientemente, la realidad es que goza de décadas de historia.. El «vesrre»: la tradición de San Cristóbal de la Laguna. En Tenerife, una ciudad ubicada en la parte norte cuenta con una de las historias más fascinantes del territorio isleño. Se trata de San Cristóbal de la Laguna y el famoso «vesrre». Se trata de un mecanismo lingüístico que se emplea en contextos informales como una manera creativa y popular de jugar con el lenguaje, invirtiendo las sílabas de ciertas palabras para darles un tono coloquial o encriptado. Pero realmente lo interesante de todo el tema llega con el cómo llego esta práctica a la ubicación. Para ello hay que remontarse a los años treinta del siglo pasado.. Laguna es una ciudad con tradición de negocios. En este contexto, Francisco Fariña Izquierdo es el protagonista de esta atrayente leyenda. Aunque contaba con un carácter muy polifacético, su principal ocupación era la de barbero y es en el ejercicio de su profesión donde se vieron los primeros coletazos de este forma de hablar. Este empleaba a menudo el «vesrre» con sus clientes con el fin de tomarles el pelo. De esta manera, con el paso del tiempo su uso se extrapoló a los diferentes locales consolidando la llegada de este nuevo idioma.. Hoy en día, el objetivo del pueblo es el reconocimiento de las instituciones. Desde hace años, los principales promotores del mismo están trabajando en que, en un futuro no muy lejano, el «vesrre» sea considerado por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial, dejando así constancia de la contribución del barbero.. El origen argentino del mecanismo lingüístico. Aunque no se sabe a ciencia cierta si Fariña tomó inspiración de la tierra del asado para traer esta jerga a España, la realidad es que existe una costumbre popularizada en varias ciudades del país. Por norma general se utiliza principalmente en Argentina, pero también en partes de Uruguay, especialmente en las ciudades de Buenos Aires y Montevideo. Aunque su uso no es masivo en la vida cotidiana, sigue siendo reconocible en canciones de tango, en el habla de generaciones mayores y en ciertos sectores sociales.
San Cristóbal de la Laguna cuenta con una historia lingüística digna de mencionar, puesto que, con el paso de los años ha desarrollado un mecanismo lingüístico inédito en Europa
España es un país con una gran variedad lingüística, resultado de su historia y diversidad cultural. El castellano es considerado la lengua oficial y su variedad lingüística como su riqueza cultural han propiciado la llegada de nuevas formas de practicarlo. Desde jergas hasta mecanismos lingüísticos que han jugado con su formulación. Este ejemplo es uno de los más representativos y cuenta con una historia desconocida para muchos.. No obstante, si bien esta lengua es considerada como la oficial para todo el territorio español, también existen otras es lenguas cooficiales reconocidas en distintas comunidades autónomas que aportan a cada zona un matiz diverso y una personalidad propia. Por un lado, el catalán, practicado en Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares, el gallego, en Galicia y el euskera, en el País Vasco y parte de Navarra. Por otra parte, pese a no contar con una consideración parecida a las anteriores, el aragonés y el asturleonés o bable gozan de una gran representación en sus respectivas localidades.. Asimismo, en nuestro país se hablan numerosos dialectos y variantes del castellano. Tal es el caso del andaluz, el murciano, el extremeño o el canario, cada uno con particularidades fonéticas, léxicas y gramaticales. Esta diversidad convierte a España en un territorio multilingüe y multicultural, donde conviven distintas formas de hablar que reflejan identidades regionales profundas. Sin embargo, durante los últimos tiempos se ha popularizado en redes sociales la tradición que sigue una pequeña localidad ubicada en las Islas Canarias que guarda relación con el juego del castellano. Pese a que su historia se ha conocido recientemente, la realidad es que goza de décadas de historia.. El «vesrre»: la tradición de San Cristóbal de la Laguna. En Tenerife, una ciudad ubicada en la parte norte cuenta con una de las historias más fascinantes del territorio isleño. Se trata de San Cristóbal de la Laguna y el famoso «vesrre». Se trata de un mecanismo lingüístico que se emplea en contextos informales como una manera creativa y popular de jugar con el lenguaje, invirtiendo las sílabas de ciertas palabras para darles un tono coloquial o encriptado. Pero realmente lo interesante de todo el tema llega con el cómo llego esta práctica a la ubicación. Para ello hay que remontarse a los años treinta del siglo pasado.. Laguna es una ciudad con tradición de negocios. En este contexto, Francisco Fariña Izquierdo es el protagonista de esta atrayente leyenda. Aunque contaba con un carácter muy polifacético, su principal ocupación era la de barbero y es en el ejercicio de su profesión donde se vieron los primeros coletazos de este forma de hablar. Este empleaba a menudo el «vesrre» con sus clientes con el fin de tomarles el pelo. De esta manera, con el paso del tiempo su uso se extrapoló a los diferentes locales consolidando la llegada de este nuevo idioma.. Hoy en día, el objetivo del pueblo es el reconocimiento de las instituciones. Desde hace años, los principales promotores del mismo están trabajando en que, en un futuro no muy lejano, el «vesrre» sea considerado por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial, dejando así constancia de la contribución del barbero.. El origen argentino del mecanismo lingüístico. Aunque no se sabe a ciencia cierta si Fariña tomó inspiración de la tierra del asado para traer esta jerga a España, la realidad es que existe una costumbre popularizada en varias ciudades del país. Por norma general se utiliza principalmente en Argentina, pero también en partes de Uruguay, especialmente en las ciudades de Buenos Aires y Montevideo. Aunque su uso no es masivo en la vida cotidiana, sigue siendo reconocible en canciones de tango, en el habla de generaciones mayores y en ciertos sectores sociales.