La madrugada del 28 de octubre de 1999 el poeta Rafael Alberti fallecía a los 96 años en su casa de El Puerto de Santa María. Las crónicas de su funeral cuentan que el deseo del afamado literato por que la última morada de sus cenizas fueran las aguas de esa bahía de Cádiz a la que tanto versó. Y justo un puente que cruza esas aguas, el que lleva desde hace décadas dedicado al alcalde franquista José León de Carranza, pasará a llamarse de forma inminente como él. Pero la iniciativa, surgida a propuesta de Sumar Cádiz, no se ha librado del enredo, después de que la viuda de Alberti, María Asunción Mateo, haya mostrado sus remisas con el cambio por “empatía” con la familia Carranza, también opuesta a la modificación.. Seguir leyendo
La madrugada del 28 de octubre de 1999 el poeta Rafael Alberti fallecía a los 96 años en su casa de El Puerto de Santa María. Las crónicas de su funeral cuentan que el deseo del afamado literato por que la última morada de sus cenizas fueran las aguas de esa bahía de Cádiz a la que tanto versó. Y justo un puente que cruza esas aguas, el que lleva desde hace décadas dedicado al alcalde franquista José León de Carranza, pasará a llamarse de forma inminente como él. Pero la iniciativa, surgida a propuesta de Sumar Cádiz, no se ha librado del enredo, después de que la viuda de Alberti, María Asunción Mateo, haya mostrado sus remisas con el cambio por “empatía” con la familia Carranza, también opuesta a la modificación.. “Lo que no soporta la derecha es que sea el nombre de un comunista”, explica combativa Esther Gil de Reboleño, diputada de Sumar por Cádiz y vicepresidenta tercera del Congreso de los Diputados. Fue su formación la que planteó hace ya un año el cambio de nombre del conocido popularmente como puente Carranza, la primera infraestructura que cruzó la bahía en 1969 para dotar a la ciudad de un segundo acceso —hoy en día son tres— y nombrado como el alcalde que lo impulsó, José León de Carranza. La formación de izquierdas planteó la necesidad del cambio para dar cumplimiento a la Ley de Memoria Democrática ya que Carranza fue regidor de en los años del franquismo que van de 1948 a 1969.. En este tiempo, Sumar Cádiz ha recopilado más de 4.000 firmas y su líder, Gil de Reboleño consiguió el apoyo del ministro de Transportes, Óscar Puente, institución responsable del puente. La modificación del nombre no implica más que “una firma” y pasar por el Consejo de Ministros, algo que sucederá de forma inminente, según avanza la responsable de Sumar en Cádiz. Pero ha sido ese anuncio el que ha abierto el debate en la capital, que lleva ya años abonada a enredarse en pugnas a cuentas de los cambios de nomemclátor que aplicó con fruición el anterior alcalde José María González Kichi (Adelante Cádiz) y que ha seguido su sucesor, Bruno García (PP).. Entre lo previsible estaba que la familia Carranza estuviese en contra del cambio. Ya ocurrió cuando González aplicó la Ley de Memoria Democrática para renombrar el estadio del Cádiz C.F. como Nuevo Mirandilla, en sustitución de Ramón de Carranza, padre de José León y regidor en los primeros impases, tras el golpe de Estado de 1936. En esta ocasión, los descendientes han afeado al Gobierno —vía comunicado publicado en Diario de Cádiz— lo que definen como el “enésimo intento de castrar la historia de la ciudad” por eliminar el nombre de quien impulsó la construcción del primer puente sobre la bahía. “Lamento que su familia se indigne porque ellos hoy no tienen culpa, pero su abuelo no fue elegido democráticamente y se trata de dar cumplimento a la Ley de Memoria Democrática”, apunta Gil de Reboleño. La Asociación de Memoria Histórica de Cádiz añade que José León de Carranza “participó” tanto de la dictadura como del golpe de Estado previo a ella.. Lo que era menos esperable es que la viuda de Rafael Alberti mostrase también sus peros a que el puente pase a denominarse como el poeta. En una entrevista también en Diario de Cádiz, Asunción Mateo asegura que no le parece “honesto” el cambio. “Entiendo que la familia esté molesta, es por empatía personal”, añade Mateo, en conversación telefónica con EL PAÍS. La presidenta de la Fundación Alberti se define como “de ideología de izquierdas”, pero afea que el homenaje al poeta se haga sobre la base de retirar el de Carranza. Además, añade sus remisas a que, con el tiempo, vuelvan a quitarle el nombre de Alberti al puente, al igual que ocurrió con el teatro municipal de El Puerto, para el que antes de su construcción se aprobó que llevase su nombre y, al final, cambió al del dramaturgo Pedro Muñoz Seca.. “Es por la concordia, él quería consensuar, no dividir”, explica Mateo, que apunta que “nadie” le ha consultado ni preguntado el nuevo nombre del puente. Gil de Reboleño, que elude entrar al choque con la viuda, sí matiza que desde su formación llamaron sin éxito a la fundación y enviaron entonces un correo en el que le informaban de la iniciativa. “La Ley de Memoria Democrática se debe cumplir. Además, Alberti es un buque insignia de Cádiz y su bahía, del exilio y la represión. Que alguien me diga si hay un personaje que represente mejor a la Bahía y me siento con él”, apunta Gil de Reboleño.. Está previsto que, junto al cambio de nombre, se retire también los bustos en la zona dedicados a José León de Carranza —hay uno bajo el puente y otro en las inmediaciones—, después de que la Subdelegación del Gobierno de Cádiz la haya solicitado al propio Ministerio de Transportes. Cuando eso ocurra el apellido Carranza habrá desaparecido prácticamente al completo de la ciudad, después de que, durante el mandato de Kichi, Ramón de Carranza perdiese una avenida y el nombre del estadio del Cádiz C.F… Ese cambio, el del Estadio, enredó tanto el debate en Cádiz que desde que González lo anunció en 2017 hasta que lo aprobó pasaron cuatro años. En julio del pasado año, al sucesor en la Alcaldía, Bruno García se le atragantó justo la maniobra contraria, la de devolverle el apellido Carranza a la infraestructura. La Secretaría de Estado de Memoria Democrática, dependiente del Ministerio de Política Territorial le advirtió apenas tres días después de que caería en una ilegalidad si lo hacía. Gil de Reboleño asegura que esa marcha atrás, finalmente, no se materializará porque “el expediente ya está cerrado”. En esta ocasión del puente, el alcalde García no ha entrado en el debate y se ha limitado a apuntar que acatará el nombre que Transportes decida.. Más allá del debate suscitado ahora, no es la primera vez que el nombre de Rafael Alberti se ve envuelto colateralmente en el lío del nomenclátor gaditano. En junio de 2021, el alcalde González decidió retirar la placa y el busto de la casa del poeta e ideólogo del régimen José María Pemán. Eso sirvió para que la Junta de Andalucía crease el artefacto de I Jornadas Andaluzas de Letras para la Concordia en las que se equiparó la figura de Pemán y Alberti en un encuentro criticado por expertos en literatura y asociaciones memorialistas por el “blanqueamiento” que se pretendió del primero.. Aquel encuentro que contó con la desaprobación de la hija y nietas —en el debate del puente aún no se han pronunciado—, pero sí con la bendición de María Asunción Mateo, segunda mujer de Alberti, según aseguró en su momento la Junta de Andalucía. El acto tuvo momentos sonrojantes, como cuando Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier, profesora de Literatura Española de la Universidad de Cádiz y estudiosa de la obra de Pemán, aprovechó su intervención para asegurar que la obra de Pemán tenía “poca calidad”, no era equiparable a Alberti y tenía poco sentido desagraviarle. Para sorpresa de pocos, nunca hubo segunda edición de aquellas Letras para la Concordia.
Sumar, promotora de la idea, asegura que el Gobierno acometerá en breve una rotulación que su viuda rechaza por “empatía” con la familia de Carranza