Juan Pablo Rumbo está constantemente cerca del ventilador. Él tiene 61 años y vive en Badajoz, la ciudad que el pasado domingo registró la temperatura más alta de España con 43,3 grados, y donde un hombre murió el lunes debido al calor extremo. «Me cuesta mucho, salgo en bicicleta muy temprano y antes de las 12:00 ya estoy en casa encerrado hasta el día siguiente,» relata. Admite que se siente más vulnerable. «Hay momentos en que ni yo mismo puedo soportarme,» dice. Se divierte leyendo y viendo televisión, aunque le gustaría salir a la calle; sin embargo, no lo ve como una opción viable debido a las altas temperaturas. Posee una terraza al aire libre en su hogar que le agrada, pero no la utiliza: «Es inaguantable, no se puede estar allí.» «Nos han quitado el verano, estoy deseando que llegue octubre»… Continuar leyendo.
El verano, que se ha vinculado históricamente con el tiempo libre y la diversión al aire libre, resulta para muchas personas la época más complicada por las altas temperaturas. Quedarse en casa se convierte en la única opción para afrontar el calor.
Juan Pablo Rumbo siempre está cerca del ventilador. A sus 61 años, vive en Badajoz, la ciudad donde el pasado domingo se registró la temperatura más alta de España con 43,23 grados y donde un hombre falleció el lunes debido al calor extremo. «Me cuesta mucho, salgo en bicicleta muy temprano y antes de las 12:00 ya estoy en casa, aislado hasta el día siguiente», relata. Admite estar más vulnerable. «Hay ocasiones en las que ni yo mismo puedo soportarme», menciona. Disfruta de leer y ver televisión, aunque desearía salir al exterior, pero no lo ve como una opción viable debido a las altas temperaturas. Posee una terraza al aire libre en su casa que adora, pero no la utiliza: «Es inviable, es intolerable estar ahí.» «Nos quitaron el verano, anhelo que llegue octubre». El verano, comúnmente vinculado al recreo y a actividades al aire libre, se ha transformado en la temporada más complicada para muchos individuos.