“Hemos venido con el miedo de que después de lo de anoche, el tráfico siguiera sin estar reestablecido o hubiera nuevos problemas”. Así manifestaba desde la estación de Santa Justa su temor a sufrir alguna demora en el AVE que une Sevilla y Madrid, Alicia Luján, una joven de 19 años que tenía billetes para las 9.30 de la mañana de este miércoles y que debía coger un vuelo hacia Dublín en el aeropuerto de Barajas a las dos de la tarde. Su incertidumbre se ha convertido en los últimos meses en una constante para la mayoría de los viajeros sevillanos debido a las incidencias y averías que afectan con bastante asiduidad a la que fue la primera línea de alta velocidad de España, inaugurada en 1992. Cuando Luján alude a “anoche” se refiere a la avería provocada por “la ausencia tensión la catenaria a ambas vías entre las estaciones de Majarabique y Sevilla Santa Justa” -según informó Adif- desde las cinco de la tarde y que afectó a nueve convoyes y obligó a la evacuación de 2.200 pasajeros que llegaron a estar hasta 10 horas varados dentro de los vagones. La línea no se reestableció hasta las cinco de la madrugada.. Seguir leyendo
“Hemos venido con el miedo de que después de lo de anoche, el tráfico siguiera sin estar reestablecido o hubiera nuevos problemas”. Así manifestaba desde la estación de Santa Justa su temor a sufrir alguna demora en el AVE que une Sevilla y Madrid, Alicia Luján, una joven de 19 años que tenía billetes para las 9.30 de la mañana de este miércoles y que debía coger un vuelo hacia Dublín en el aeropuerto de Barajas a las dos de la tarde. Su incertidumbre se ha convertido en los últimos meses en una constante para la mayoría de los viajeros sevillanos debido a las incidencias y averías que afectan con bastante asiduidad a la que fue la primera línea de alta velocidad de España, inaugurada en 1992. Cuando Luján alude a “anoche” se refiere a la avería provocada por “la ausencia tensión la catenaria a ambas vías entre las estaciones de Majarabique y Sevilla Santa Justa” -según informó Adif- desde las cinco de la tarde y que afectó a nueve convoyes y obligó a la evacuación de 2.200 pasajeros que llegaron a estar hasta 10 horas varados dentro de los vagones. La línea no se reestableció hasta las cinco de la madrugada.. “Cuando el caos se convierte en algo habitual es que algo grave está pasando. El AVE se había convertido en un orgullo y era un medio de transporte muy fiable, pero las noticias de retrasos, parones, averías son cada vez más frecuentes”, se lamenta Miguel G., que espera el mismo tren. Él es sevillano, pero vive en Madrid y viaja habitualmente a la capital andaluza donde tiene familia y muchos amigos. Ya sufrió los contratiempos que provocó el robo de cobre en la provincia de Toledo el pasado 4 de mayo, coincidiendo con el arranque de la Feria de Abril -fue uno de los 10.700 viajeros que viajaban en uno de los 30 trenes que se vieron afectados- y se libró por dos días de la última gran incidencia ocurrida la noche del 30 de junio: un corte de tensión en la catenaria durante 15 horas en el corredor que enlaza Madrid con Andalucía, afectó a la circulación de 68 convoyes y más de 15.000 viajeros.. A Alicia y Miguel se les escapa la mirada hacia gran cartel del Ministerio de Transportes que cuelga de uno de los muros de la estación sevillana y en las marquesinas y no pueden reprimir una sonrisa irónica. “Disculpen las mejoras”, dice el texto en el que informa sobre las obras de renovación de la línea de alta velocidad. El Gobierno ha invertido más de 700 millones para la modernización de la línea que une Sevilla con Madrid y que se prevé que finalice en 2026. Estas tareas incluyen la reforma del sistema eléctrico de esta línea, la única cuya potencia es de 1x25kV, frente al resto, que está en 2×25 kV. La mayor parte de estos trabajos se están haciendo durante la noche para poder compaginarlos con un tránsito ferroviario cada vez más intenso.. Pero la adecuación del sistema eléctrico y el resto de tareas de modernización que esgrime el Ministerio no explican en su totalidad las continuas crisis que está sufriendo la alta velocidad en el corredor del sur. “Las infraestructuras están deterioradas, pero es que el mantenimiento preventivo también está abandonado y es esencial para detectar que está a punto de producirse una avería y esto no se hace porque las empresas privadas que asumen este servicio tienen contratos muy laxos y tampoco hay gente suficiente”, indica Rafael Escudero portavoz del sindicato Ferroviario. Miguel Montenegro, secretario general de CGT de Andalucía y trabajador de Adif, suma la nueva derivada provocada por la liberalización del servicio, que ha incrementado el número de trenes que circulan por estas vías y el de pasajeros: “Se ha triplicado el número de trenes y se ha reducido en un tercio el mantenimiento de la infraestructura de la línea del AVE.. La entrada de operadores privados, con la llegada de Ouigo en 2021 y la de Iryo en 2023, ha provocado un crecimiento de la demanda y una bajada abrumadora de los precios, hasta el punto de provocar una subida de casi el 20% interanual, en la línea que une Sevilla con Madrid. En 2024 se alcanzó la cifra récord de 40 millones de pasajeros anuales en la alta velocidad. Según el informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia relativo al último tremestre de 2024, los viajeros de la alta velocidad comercial aumentaron en su conjunto en toda España en un 17%, un porcentaje que sube hasta el 19% en la línea Madrid-Sevilla, con 1,3 millones de usuarios, y que llegó al 18% en el de Madrid-Málaga/Granada. La liberalización ha sido determinante en que la estación de Santa Justa en el último año haya ganado casi tres millones de pasajeros más.. Estas buenas cifras, unidas a que España es el segundo país del mundo con más kilómetros de alta velocidad tras China, llevaron al ministro Óscar Puente a asegurar en Málaga que el sistema ferroviario español “vive el mejor momento de su historia”. “En 1994 circulaban seis trenes y hoy pasan 158 por Córdoba”, sostuvo, aunque reconoció que ese incremento y la frecuencia con la que circulan habían congestionado la red, a la que se suma, señaló, unas máquinas cada vez más envejecidas. Algo que el Ministerio espera revertir en 2026 con la entrega de 500 nuevos convoyes.. Más reclamaciones y precios desproporcionadamente bajos. Pero más viajes y mayor número de pasajeros, unidos a una flota obsoleta y a un mantenimiento deficiente de unas infraestructuras que necesitan modernizarse incrementa el riego de más averías, retrasos y más viajeros perjudicados. Lo constata la asociación de consumidores Facua. “Lo atribuimos a que ya no hay solo una compañía, hay tres y en cuanto una tiene un problema puede provocar problemas en las otras dos, con lo cual se incrementan”, indica su secretario general, Rubén Sánchez, quien advierte sobre el riesgo de ponderar la liberalización, sin haber realizado una planificación previa de los riesgos para la sostenibilidad de la alta velocidad. “Creemos que se ha liberalizado el sector sin hacer una medición de si esto es proporcional o no, de si vamos a tener un colapso en el sistema o no, y lo que se prima sobre todo es trasladar la idea de que ahora hay más oferta para los consumidores y que eso es bueno y que por tanto la liberalización es buena y que además van a traer mejores precios, pero es que nos estamos encontrando con precios que son desproporcionadamente bajos y que evidentemente son insostenibles”, advierte Sánchez.. Los continuos problemas ferroviarios en el corredor sur han sido utilizados políticamente por la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla, ambos gobernados por el PP, que los han puesto como ejemplo de la falta de inversiones del Gobierno de Pedro Sánchez en la comunidad y en su capital. Esta mañana, el regidor hispalense, José Luis Sanz, que anoche lamentaba el último episodio y anunciaba en redes sociales que había enviado a miembros de la Policía Local y de Protección Civil para auxiliar a los pasajeros de uno de los trenes que se habían quedado parados, reclamaba explicaciones al ministro Puente -con quien mantiene una enemistad en redes sociales- y exigía a la ministra de Hacienda y candidata del PSOE a la presidencia de la comunidad, la sevillana María Jesús Montero, que exigiera al Ejecutivo central que “deje de castigar a Andalucía e invierta para acabar con este caos tercermundista”.. La portavoz de la Junta, Carolina España, el mismo martes advertía de que los continuos problemas en el transito ferroviario en Andalucía podían dañar a la industria del turismo, un temor que no parece compartir el consejero de Turismo, Arturo Bernal, que a finales de julio afirmó que la comunidad esperaba 12,8 millones de visitantes, un crecimiento del 1,5% respecto al año anterior y que en la provincia de Sevilla se estimaba una subida de las pernoctaciones del 2,8%. El último en sumarse a la pugna política ha sido el vicesecretario de Economía del Partido Popular y exconsejero andaluz de Hacienda, Juan Bravo, que fue uno de los que se quedó atrapado el martes en uno de los trenes que sufrieron la caída de la tensión. “Andalucía no puede seguir siendo olvidada”, ha dicho en sus redes sociales.
Una línea obsoleta y el incremento de trayectos y viajeros explican los constantes problemas, que la Junta y el Ayuntamiento utilizan políticamente contra el Gobierno