En los últimos años, Marruecos ha asistido a profundas transformaciones en la estructura familiar, en particular en la institución del matrimonio, que ya no goza de la misma popularidad que en décadas anteriores, según publica el digital Rue20. Las cifras oficiales del Ministerio de Justicia indican un preocupante descenso en el número de matrimonios, que ha disminuido más del 25 % en la última década. Mientras tanto, las tasas de divorcio aumentan constantemente: uno de cada cuatro matrimonios termina en divorcio. En las grandes ciudades, esta cifra asciende a uno de cada tres.
Estos indicadores no sólo reflejan cambios sociales en cómo las personas ven el matrimonio, sino que también presagian repercusiones económicas que afectarán a sectores vitales que han dependido en gran medida del ciclo de vida familiar tradicional. Los sectores relacionados con la organización de bodas y eventos son unos de los más afectados por este cambio, agrega.
Los organizadores de eventos, proveedores de catering, fotógrafos, diseñadores y propietarios de salones de eventos se enfrentan a una fuerte caída de la demanda. Lo mismo aplica a la industria de la belleza nupcial, desde servicios de belleza y peluquería hasta productos para el cuidado de la piel y el día de la boda. Este sector ha sido un mercado próspero durante muchos años, pero actualmente experimenta un estancamiento significativo debido a la disminución en el número de eventos relacionados con bodas.
El mercado inmobiliario tampoco se ha salvado de este cambio, con una demanda de viviendas para nuevas familias en descenso, lo que impacta directamente en los proyectos construidos específicamente para los recién casados.
Además, el descenso de las tasas de natalidad derivado de la disminución del matrimonio ha ensombrecido otros sectores económicos, como la educación de la primera infancia, la pediatría y la industria de productos para bebés, amenazando los equilibrios futuros en el mercado laboral y los servicios sociales.
Paralelamente, este cambio en las relaciones sociales se refleja en la estructura del mercado laboral, ya que un segmento creciente de mujeres busca alcanzar la independencia financiera y profesional fuera de la institución del matrimonio. «Hoy en día, las mujeres marroquíes, especialmente en las ciudades, se han vuelto más ambiciosas a la hora de construir carreras integradas, obtener ingresos estables e invertir en su futuro personal, libres de cualquier dependencia emocional o económica.
Por su parte, los hombres marroquíes también parecen estar reconsiderando sus nociones de compromiso, con señales que apuntan a una creciente tendencia a evitar el matrimonio y buscar una vida más libre y móvil, lejos de las obligaciones familiares tradicionales», subraya.
«Esta transformación silenciosa, a menudo ignorada por el debate público, está transformando por completo el modelo social marroquí. A medida que se desmoronan los pilares tradicionales del matrimonio, la familia y la solidaridad, emerge una nueva forma de vida basada en la independencia, la profesionalidad y las aspiraciones individual», concluye.
En los últimos años, Marruecos ha asistido a profundas transformaciones en la estructura familiar, en particular en la institución del matrimonio, que ya no goza de la misma popularidad que en décadas anteriores, según publica el digital Rue20. Las cifras oficiales del Ministerio de Justicia indican un preocupante descenso en el número de matrimonios, que ha disminuido más del 25 % en la última década. Mientras tanto, las tasas de divorcio aumentan constantemente: uno de cada cuatro matrimonios termina en divorcio. En las grandes ciudades, esta cifra asciende a uno de cada tres.. Estos indicadores no sólo reflejan cambios sociales en cómo las personas ven el matrimonio, sino que también presagian repercusiones económicas que afectarán a sectores vitales que han dependido en gran medida del ciclo de vida familiar tradicional. Los sectores relacionados con la organización de bodas y eventos son unos de los más afectados por este cambio, agrega.. Los organizadores de eventos, proveedores de catering, fotógrafos, diseñadores y propietarios de salones de eventos se enfrentan a una fuerte caída de la demanda. Lo mismo aplica a la industria de la belleza nupcial, desde servicios de belleza y peluquería hasta productos para el cuidado de la piel y el día de la boda. Este sector ha sido un mercado próspero durante muchos años, pero actualmente experimenta un estancamiento significativo debido a la disminución en el número de eventos relacionados con bodas.. El mercado inmobiliario tampoco se ha salvado de este cambio, con una demanda de viviendas para nuevas familias en descenso, lo que impacta directamente en los proyectos construidos específicamente para los recién casados.. Además, el descenso de las tasas de natalidad derivado de la disminución del matrimonio ha ensombrecido otros sectores económicos, como la educación de la primera infancia, la pediatría y la industria de productos para bebés, amenazando los equilibrios futuros en el mercado laboral y los servicios sociales.. Paralelamente, este cambio en las relaciones sociales se refleja en la estructura del mercado laboral, ya que un segmento creciente de mujeres busca alcanzar la independencia financiera y profesional fuera de la institución del matrimonio. «Hoy en día, las mujeres marroquíes, especialmente en las ciudades, se han vuelto más ambiciosas a la hora de construir carreras integradas, obtener ingresos estables e invertir en su futuro personal, libres de cualquier dependencia emocional o económica.. Por su parte, los hombres marroquíes también parecen estar reconsiderando sus nociones de compromiso, con señales que apuntan a una creciente tendencia a evitar el matrimonio y buscar una vida más libre y móvil, lejos de las obligaciones familiares tradicionales», subraya.. «Esta transformación silenciosa, a menudo ignorada por el debate público, está transformando por completo el modelo social marroquí. A medida que se desmoronan los pilares tradicionales del matrimonio, la familia y la solidaridad, emerge una nueva forma de vida basada en la independencia, la profesionalidad y las aspiraciones individual», concluye.
Frente a ello, aumenta el número de divorcios en el país magrebí
En los últimos años, Marruecos ha asistido a profundas transformaciones en la estructura familiar, en particular en la institución del matrimonio, que ya no goza de la misma popularidad que en décadas anteriores, según publica el digital Rue20. Las cifras oficiales del Ministerio de Justicia indican un preocupante descenso en el número de matrimonios, que ha disminuido más del 25 % en la última década. Mientras tanto, las tasas de divorcio aumentan constantemente: uno de cada cuatro matrimonios termina en divorcio. En las grandes ciudades, esta cifra asciende a uno de cada tres.. Estos indicadores no sólo reflejan cambios sociales en cómo las personas ven el matrimonio, sino que también presagian repercusiones económicas que afectarán a sectores vitales que han dependido en gran medida del ciclo de vida familiar tradicional. Los sectores relacionados con la organización de bodas y eventos son unos de los más afectados por este cambio, agrega.. Los organizadores de eventos, proveedores de catering, fotógrafos, diseñadores y propietarios de salones de eventos se enfrentan a una fuerte caída de la demanda. Lo mismo aplica a la industria de la belleza nupcial, desde servicios de belleza y peluquería hasta productos para el cuidado de la piel y el día de la boda. Este sector ha sido un mercado próspero durante muchos años, pero actualmente experimenta un estancamiento significativo debido a la disminución en el número de eventos relacionados con bodas.. El mercado inmobiliario tampoco se ha salvado de este cambio, con una demanda de viviendas para nuevas familias en descenso, lo que impacta directamente en los proyectos construidos específicamente para los recién casados.. Además, el descenso de las tasas de natalidad derivado de la disminución del matrimonio ha ensombrecido otros sectores económicos, como la educación de la primera infancia, la pediatría y la industria de productos para bebés, amenazando los equilibrios futuros en el mercado laboral y los servicios sociales.. Paralelamente, este cambio en las relaciones sociales se refleja en la estructura del mercado laboral, ya que un segmento creciente de mujeres busca alcanzar la independencia financiera y profesional fuera de la institución del matrimonio. «Hoy en día, las mujeres marroquíes, especialmente en las ciudades, se han vuelto más ambiciosas a la hora de construir carreras integradas, obtener ingresos estables e invertir en su futuro personal, libres de cualquier dependencia emocional o económica.. Por su parte, los hombres marroquíes también parecen estar reconsiderando sus nociones de compromiso, con señales que apuntan a una creciente tendencia a evitar el matrimonio y buscar una vida más libre y móvil, lejos de las obligaciones familiares tradicionales», subraya.. «Esta transformación silenciosa, a menudo ignorada por el debate público, está transformando por completo el modelo social marroquí. A medida que se desmoronan los pilares tradicionales del matrimonio, la familia y la solidaridad, emerge una nueva forma de vida basada en la independencia, la profesionalidad y las aspiraciones individual», concluye.