Después de varios meses de construcción y compromisos, una evaluación técnica realizada por el Ayuntamiento de Barcelona ha revelado una situación alarmante para el nuevo estadio: se identificaron más de 200 fallas en cuanto a la estructura, operación y seguridad, lo que pone en riesgo el cronograma establecido para la reinauguración, según lo informado por la emisora catalana RAC1. Este documento técnico resulta esencial y obligatorio para que el estadio obtenga la certificación de la Asociación Europea de Clubes (ECA). Las deficiencias identificadas incluyen problemas con los accesos y la evacuación, así como fallos en los sistemas eléctricos, la señalización y los protocolos de emergencia, lo cual ha generado preocupación tanto en el club como entre las autoridades locales. La primera etapa de reapertura, que se esperaba que coincidiera con el clásico torneo Joan Gamper—evento que simboliza el inicio de la temporada y sirve como la presentación oficial del equipo a sus aficionados—ha sido postergada. Debido a la imposibilidad de utilizar el Camp Nou de manera óptima, el club ha tenido que optar por el estadio Johan Cruyff, situado en la Ciudad Deportiva Joan Gamper, como solución temporal. La dificultad que enfrenta el club va más allá de un mero retraso logístico. La UEFA impone regulaciones rigurosas para la realización de partidos de la Champions League, siendo una de ellas la necesidad de que todos los juegos de la fase de grupos se lleven a cabo en un solo estadio reconocido. Esta demanda coloca al FC Barcelona en una posición complicada, ya que la falta de claridad acerca de la disponibilidad del Camp Nou podría forzar al club a manejar dos instalaciones al mismo tiempo, lo que dificulta la planificación en las áreas deportiva, operativa y comercial. En este contexto, el Estadio Olímpico de Montjuïc, que se utilizó como sede temporal la temporada pasada, se presenta nuevamente como una posible solución. No obstante, su implementación requeriría múltiples ajustes técnicos, renegociaciones de contratos y una nueva adaptación tanto para el equipo como para los aficionados. El encuentro contra el Valencia, previsto para el 14 de septiembre, se ha vuelto una fecha clave. Este evento, que debía significar el regreso oficial al Camp Nou, ahora es objeto de atención por parte de todos los involucrados.
Después de varios meses de trabajos y compromisos, una inspección técnica realizada por el Ayuntamiento de Barcelona ha revelado una situación alarmante para el nuevo estadio: se han detectado más de 200 fallos estructurales, operativos y de seguridad que ponen en riesgo el calendario planeado para su reinauguración, según informó la emisora catalana RAC1. Este informe técnico es esencial y obligatorio para que el estadio obtenga la certificación de la Asociación Europea de Clubes (ECA). Las deficiencias identificadas incluyen problemas en los accesos y en la evacuación, así como fallos en los sistemas eléctricos, señalización y en los protocolos de emergencia, generando preocupación tanto en el club como en las autoridades locales. La primera fase de reapertura, que debía coincidir con el tradicional torneo Joan Gamper, evento que simboliza el inicio de la temporada y presenta oficialmente al equipo ante su afición, ha sido pospuesta. Debido a que no se puede utilizar el Camp Nou en su mejor estado, el club ha tenido que optar por el estadio Johan Cruyff, que se encuentra en la Ciudad Deportiva Joan Gamper, como solución temporal. El reto para el club es mucho más que un simple contratiempo logístico. La UEFA impone regulaciones rigurosas para la realización de los partidos de la Champions League, incluyendo la condición de que todos los partidos de la fase de grupos se lleven a cabo en un único estadio que cumpla con los requisitos estándar. Esta demanda coloca al FC Barcelona en una posición comprometida, puesto que la duda sobre la accesibilidad del Camp Nou podría forzar al club a manejar dos estadios a la vez, lo que complica la planificación en términos deportivos, operativos y comerciales. En este contexto, el Estadio Olímpico de Montjuïc, que se utilizó como sede temporal la temporada pasada, surge nuevamente como una posible solución. No obstante, su implementación requeriría una serie de modificaciones técnicas, nuevas negociaciones de contrato y una adaptación adicional tanto para el equipo como para los aficionados. El encuentro contra el Valencia, fijado para el 14 de septiembre, se ha vuelto una fecha clave. Este evento, que se esperaba que simbolizara el regreso oficial al Camp Nou, ahora está siendo objeto de atención por todas las partes involucradas.
Noticias de Deportes en La Razón