Una investigación de la Universidad de Utah (Estados Unidos) sugiere que el uso de semaglutida (comercializada como Ozempic o Wegoby) podría reducir la fuerza muscular en mayor medida que la pérdida de masa magra a la que contribuye este tratamiento para la obesidad. El estudio, realizado en retones y publicado en Cell Metabolism, apunta que la masa muscular cambia menos de lo esperado con este fármaco, pero la capacidad física podría verse debilitada, lo que podría ser especialmente precupante en personas mayores de 60 años que se sometan a este tratamiento. Sin embargo, los investigadores señalan que los datos obtenidos no son extrapolables a humanos. Para comprobar si se produce o no este efecto en personas habría que llevar a cabo estudios clínicos específicos.. «Si realmente queremos ayudar a las personas que podrían estar perdiendo masa muscular, necesitamos saber que realmente la están perdiendo», ha apuntado el autor principal del estudio Katsu Funai, profesor asociado de nutrición y fisiología integrativa en la Facultad de Salud de la Universidad de Utah, según recoge Ep.. En el ensayo, los investigadores descubrieron que la pérdida de peso inducida por Ozempic redujo la masa magra-todo el peso del cuerpo que no es grasa-en aproximadamente un 10%. La mayor parte de esta pérdida de peso no provino del músculo esquelético, sino de otros tejidos como el hígado, que se redujo casi a la mitad. «La pérdida de masa en órganos metabólicamente activos, como el hígado, es esperable como parte de una pérdida de peso saludable», ha explicado la coautora principal del estudio Ran Hee Choi. A su vez, otro de los coautores principales, Takuya Karasawa, ha precisado que «es improbable» que esta pérdida de masa magra «represente un efecto adverso grave».. Algunos músculos esqueléticos también se redujeron a medida que los ratones perdieron peso, en promedio, alrededor de un 6% ciento, lo cual no es suficiente para explicar la pérdida general de masa magra, señalaron los investigadores. Otros músculos mantuvieron su tamaño.. Cuando evaluaron la fuerza que podían ejercer los músculos de los ratones, descubrieron que, en algunos, la fuerza disminuía a medida que los ratones perdían peso, incluso cuando el tamaño del músculo se mantenía prácticamente igual. En otros músculos, la fuerza no variaba.. En personas, estos efectos son desconocidos, pero los investigadores han advertido que pueden ser especialmente preocupantes en mayores de 60 años que se sometan al tratamiento, ya que presentan un mayor riesgo inicial de pérdida muscular y movilidad reducida. «La pérdida de la función física es un fuerte predictor no solo de la calidad de vida, sino también de la longevidad», han alertado.. La investigadora del Instituto de Investigación Sanitaria de las Islas Baleares (IdISBa), Joana Nicolau, por su parte, ha destacado en declaraciones a Sciencia Media Center España que los resultados del estudio ayudan a entender mejor los mecanismos subyacentes a la pérdida de masa magra, aunque no puedan extrapolarse directamente a humanos. «Es importante recordar que, en personas con obesidad, la masa magra suele estar aumentada, y parte de su reducción con este fármaco podría deberse a mejoras en la calidad muscular, como la disminución de la infiltración grasa», ha señalado.. Para Nicolau, «los tratamientos con fármacos como la semaglutida deben acompañarse de un plan nutricional adecuado —con un suficiente aporte proteico— y de un programa de ejercicio adaptado que incluya entrenamiento de fuerza, a fin no solo de preservar la masa muscular sino [también de] mejorar su funcionalidad». «Un uso inapropiado de estos medicamentos o sin un seguimiento regular podría comprometer los resultados de salud a largo plazo», ha alertado la especialista.
Este efecto sería preocupante en mayores de 60 años que tomen estos medicamentos, pero solo si se demuestra que se produce también en humanos
Una investigación de la Universidad de Utah (Estados Unidos) sugiere que el uso de semaglutida (comercializada como Ozempic o Wegoby) podría reducir la fuerza muscular en mayor medida que la pérdida de masa magra a la que contribuye este tratamiento para la obesidad. El estudio, realizado en retones y publicado en Cell Metabolism, apunta que la masa muscular cambia menos de lo esperado con este fármaco, pero la capacidad física podría verse debilitada, lo que podría ser especialmente precupante en personas mayores de 60 años que se sometan a este tratamiento. Sin embargo, los investigadores señalan que los datos obtenidos no son extrapolables a humanos. Para comprobar si se produce o no este efecto en personas habría que llevar a cabo estudios clínicos específicos.. «Si realmente queremos ayudar a las personas que podrían estar perdiendo masa muscular, necesitamos saber que realmente la están perdiendo», ha apuntado el autor principal del estudio Katsu Funai, profesor asociado de nutrición y fisiología integrativa en la Facultad de Salud de la Universidad de Utah, según recoge Ep.. En el ensayo, los investigadores descubrieron que la pérdida de peso inducida por Ozempic redujo la masa magra-todo el peso del cuerpo que no es grasa-en aproximadamente un 10%. La mayor parte de esta pérdida de peso no provino del músculo esquelético, sino de otros tejidos como el hígado, que se redujo casi a la mitad. «La pérdida de masa en órganos metabólicamente activos, como el hígado, es esperable como parte de una pérdida de peso saludable», ha explicado la coautora principal del estudio Ran Hee Choi. A su vez, otro de los coautores principales, Takuya Karasawa, ha precisado que «es improbable» que esta pérdida de masa magra «represente un efecto adverso grave».. Algunos músculos esqueléticos también se redujeron a medida que los ratones perdieron peso, en promedio, alrededor de un 6% ciento, lo cual no es suficiente para explicar la pérdida general de masa magra, señalaron los investigadores. Otros músculos mantuvieron su tamaño.. Cuando evaluaron la fuerza que podían ejercer los músculos de los ratones, descubrieron que, en algunos, la fuerza disminuía a medida que los ratones perdían peso, incluso cuando el tamaño del músculo se mantenía prácticamente igual. En otros músculos, la fuerza no variaba.. En personas, estos efectos son desconocidos, pero los investigadores han advertido que pueden ser especialmente preocupantes en mayores de 60 años que se sometan al tratamiento, ya que presentan un mayor riesgo inicial de pérdida muscular y movilidad reducida. «La pérdida de la función física es un fuerte predictor no solo de la calidad de vida, sino también de la longevidad», han alertado.. La investigadora del Instituto de Investigación Sanitaria de las Islas Baleares (IdISBa), Joana Nicolau, por su parte, ha destacado en declaraciones a Sciencia Media Center España que los resultados del estudio ayudan a entender mejor los mecanismos subyacentes a la pérdida de masa magra, aunque no puedan extrapolarse directamente a humanos. «Es importante recordar que, en personas con obesidad, la masa magra suele estar aumentada, y parte de su reducción con este fármaco podría deberse a mejoras en la calidad muscular, como la disminución de la infiltración grasa», ha señalado.. Para Nicolau, «los tratamientos con fármacos como la semaglutida deben acompañarse de un plan nutricional adecuado —con un suficiente aporte proteico— y de un programa de ejercicio adaptado que incluya entrenamiento de fuerza, a fin no solo de preservar la masa muscular sino [también de] mejorar su funcionalidad». «Un uso inapropiado de estos medicamentos o sin un seguimiento regular podría comprometer los resultados de salud a largo plazo», ha alertado la especialista.