Incluir breves caminatas diarias, de tan solo varios minutos, puede ser una estrategia efectiva para combatir los efectos del sedentarismo y mejorar la salud sin requerir cambios drásticos en la rutina. Este método, llamado micro-caminatas, está adquiriendo importancia tanto entre expertos como entre personas que lo utilizan debido a su facilidad, disponibilidad y evidentes ventajas. ¿Qué se entiende por micro-caminatas? Una práctica simple puede beneficiar tanto tu bienestar físico como mental. La expresión se refiere a paseos breves y deliberados, que tienen una duración de entre 5 y 10 minutos, y que se llevan a cabo varias veces al día. A diferencia de las caminatas convencionales, que generalmente duran unos 30 minutos o más, las micro-caminatas se integran fácilmente en momentos de descanso durante el día: al concluir una reunión, tras una comida o incluso al mantener una conversación telefónica. No es necesario usar ropa deportiva, hacer un plan o viajar a lugares determinados. Aunque la idea de caminar para mantener la salud no es reciente, lo innovador es su formato corto y repetitivo, que se acomoda a las limitaciones de tiempo y la vida en la ciudad. La evidencia científica comienza a respaldar lo que la intuición indica: caminar, aunque sea solo por unos minutos, es preferible a no hacer ningún ejercicio. Una investigación reciente de la Universidad de Milán, publicada en Proceedings of the Royal Society B, examinó varios estilos de caminar y descubrió que los intervalos cortos, sobre todo aquellos que incluían pausas breves, resultaban en un mayor gasto energético en comparación con una caminata continua, a pesar de que la distancia total recorrida fuera igual. Este incremento en la quema de calorías está asociado a una activación mayor del metabolismo y a un mejor uso del oxígeno. De acuerdo a los estudios realizados, las pausas activas podrían aumentar el efecto metabólico en un 60% en comparación con ejercicios prolongados y continuos. Esto resulta en ventajas que van más allá del simple conteo de calorías.
Diversas investigaciones indican que realizar caminatas cortas de cinco a diez minutos a lo largo del día tiene beneficios positivos para el metabolismo, la circulación y el control de la glucosa.
Incluir breves caminatas diarias, de tan solo varios minutos, puede ser una estrategia efectiva para combatir los efectos del sedentarismo y mejorar la salud sin requerir cambios drásticos en la rutina. Este método, llamado micro-caminatas, está adquiriendo importancia tanto entre expertos como entre personas que lo utilizan debido a su facilidad, disponibilidad y evidentes ventajas. ¿Qué se entiende por micro-caminatas? Una práctica simple puede beneficiar tanto tu bienestar físico como mental. La expresión se refiere a paseos breves y deliberados, que tienen una duración de entre 5 y 10 minutos, y que se llevan a cabo varias veces al día. A diferencia de las caminatas convencionales, que generalmente duran unos 30 minutos o más, las micro-caminatas se integran fácilmente en momentos de descanso durante el día: al concluir una reunión, tras una comida o incluso al mantener una conversación telefónica. No es necesario usar ropa deportiva, hacer un plan o viajar a lugares determinados. Aunque la idea de caminar para mantener la salud no es reciente, lo innovador es su formato corto y repetitivo, que se acomoda a las limitaciones de tiempo y la vida en la ciudad. La evidencia científica comienza a respaldar lo que la intuición indica: caminar, aunque sea solo por unos minutos, es preferible a no hacer ningún ejercicio. Una investigación reciente de la Universidad de Milán, publicada en Proceedings of the Royal Society B, examinó varios estilos de caminar y descubrió que los intervalos cortos, sobre todo aquellos que incluían pausas breves, resultaban en un mayor gasto energético en comparación con una caminata continua, a pesar de que la distancia total recorrida fuera igual. Este incremento en la quema de calorías está asociado a una activación mayor del metabolismo y a un mejor uso del oxígeno. De acuerdo a los estudios realizados, las pausas activas podrían aumentar el efecto metabólico en un 60% en comparación con ejercicios prolongados y continuos. Esto resulta en ventajas que van más allá del simple conteo de calorías.