“Nos escondemos detrás de una mentira que nosotros mismos hemos forjado”, afirma Tamir Prado, exdirector del Mossad
La presión para exigir el fin de la guerra en Gaza se propaga en Israel y pasa de las calles a los estamentos de seguridad del país. Un grupo de 19 antiguos altos cargos de las agencias de inteligencia, del ejército y de la policía han reclamado al Gobierno de Benjamín Netanyahu que ponga fin a la ofensiva en el enclave, donde advierten que Israel “está perdiendo la seguridad y la identidad”, y que cierre un acuerdo de alto el fuego que libere los rehenes.. El comunicado, emitido la noche del domingo, supone una de las muestras de oposición a la actuación del Ejecutivo israelí más contundentes desde el inicio del conflicto a finales de 2023. La declaración pública de estos antiguos dirigentes llega en un momento en el que las protestas callejeras en Israel que piden una tregua inminente para liberar los rehenes atraviesa un nuevo impulso, después de que Hamás y la Yihad Islámica publicaran varios vídeos en los que se aprecia el declive físico de dos cautivos israelíes.. Los directores retirados de la inteligencia y del ejército alegan que la guerra en la Franja empezó siendo “defensiva” y que terminó consiguiendo una “brillante victoria miliar” sobre los enemigos de Israel. Denuncian, sin embargo, que el conflicto dejó de tener un propósito claro hace tiempo y alertan de que eso es “una garantía para la derrota”.. “Ha pasado más de un año desde el momento en el que esta guerra se podría haber terminado con el suficiente éxito operacional”, dice el antiguo jefe de inteligencia militar, Amos Malka. “Estamos ante el precipicio de la derrota”, añade Tamir Prado, exdirector del Mossad, la agencia de la inteligencia israelí en el extranjero. “Lo que el mundo ve hoy es creación nuestra”, dice en una aparente referencia a la crisis humanitaria que sacude el enclave: “Nos escondemos detrás de una mentira que nosotros mismos hemos forjado. Esta mentira se vendió al público israelí, y el mundo ha comprendido hace mucho tiempo que no refleja la realidad”.. Los participantes del vídeo consideran que la permanencia de las tropas en Gaza supone un desastre para Israel. Indican que el ejército está sufriendo bajas y heridos sin que se consigan logros significativos sobre el terreno y mientras se lesiona la imagen de Israel en el panorama internacional. También señalan la Operación Carros de Gedeón, que el ejército empezó en mayo con el objetivo oficial de ocupar el 75% del territorio, por la ausencia de resultados concretos.. “Hay momentos que representan una bandera negra en los que uno debe mantenerse firme y decir: hasta aquí y no más allá”, declara Moshe Ya’alon, antiguo jefe del ejército. “Ahora mismo, tenemos un Gobierno que los fanáticos mesiánicos han llevado en una dirección irracional”, dice con relación a Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich, los ministros declaradamente supremacistas y residentes como colonos en Cisjordania con quien Netanyahu comparte coalición desde 2022. “Son una minoría”, le sigue Yoram Cohen, exdirector del Shin Bet, la agencia de inteligencia doméstica: “Pero el problema es que esa minoría se ha adueñado de la política”, dice en referencia al campo de los colonos.. Esta medida de presión la impulsan una docena de antiguos responsables de las agencias de inteligencia del país y tres antiguos jefes del ejército de Israel. Uno de ellos, Ehud Barak, fue posteriormente primer ministro durante casi dos años hasta 2001. Todos ellos, manifiestan, representan “la enorme mayoría de responsables de inteligencia, del ejército y de la policía” que han existido en el país, y defienden su autoridad a la hora de asesorar al Ejecutivo sobre estos asuntos: “Cada uno de nosotros hemos participado en reuniones de gobierno y hemos estado en los procesos de decisión más sensibles” del país, dice la voz de un narrador. “Juntos, tenemos más de 1.000 años de experiencia en seguridad nacional y en diplomacia”.. La guerra en la Franja empezó en octubre de 2023 después de la ofensiva de Hamás en el sur de Israel. En enero de este año, el Gobierno israelí y la milicia palestina alcanzaron un acuerdo de alto el fuego que tenía distintas fases y que debía desembocar en una paz definitiva, en la liberación de los cautivos y en la retirada de las tropas israelíes del enclave. El 18 de marzo, las autoridades israelíes colapsaron la tregua de manera unilateral retomando la ofensiva por sorpresa. Desde entonces, las posiciones de ambas partes para cerrar una nueva tregua han sido irreconciliables.
La presión para exigir el fin de la guerra en Gaza se propaga en Israel y pasa de las calles a los estamentos de seguridad del país. En pocas horas, centenares de israelíes que han dirigido y desarrollado sus carreras en las instituciones militares y de inteligencia del país han sorprendido el Gobierno de Benjamín Netanyahu con distintas acciones en las que le piden que ponga fin a la ofensiva en el enclave y, en las que reclaman al presidente de EE UU que apremie al primer ministro israelí en esa dirección.. Seguir leyendo