Después de las elecciones locales y regionales del 28 de mayo de 2023, el Partido Popular consiguió establecer su gobierno en más de 3,200 municipios y en 12 comunidades autónomas. En ciertas ocasiones, en alianza con Vox, y en otras, gracias a su respaldo, ya sea para la investidura o para asegurar la aprobación de sus propuestas más adelante. Esta semana, en uno de los muchos municipios donde el PP tiene la alcaldía, concretamente en Jumilla (27,200 habitantes), se ha complicado la situación para Alberto Núñez Feijóo al aprobar una normativa que prohíbe las celebraciones islámicas en sus instalaciones deportivas. Esta decisión fue tomada en respuesta a una moción presentada por la formación de Santiago Abascal, justo en medio del proceso de elaboración de los presupuestos locales. La estrategia de Génova de apoyar tanto la norma como al gobierno de Jumilla, en lugar de desautorizar a la alcaldesa, ha beneficiado al líder de Vox, proporcionándole ventajas y ofreciendo argumentos a la oposición. Sin embargo, también ha dominado la agenda del verano, ha suscitado críticas desfavorables en la prensa de derecha, ha enfrentado la oposición directa de la Conferencia Episcopal y ha causado preocupación dentro del entorno interno.
Después de las elecciones locales y regionales del 28 de mayo de 2023, el Partido Popular consiguió establecer su gobierno en más de 3,200 municipios y en 12 comunidades autónomas. En ciertas ocasiones, en alianza con Vox, y en otras, gracias a su respaldo, ya sea para la investidura o para asegurar la aprobación de sus propuestas más adelante. Esta semana, en uno de los muchos municipios donde el PP tiene la alcaldía, concretamente en Jumilla (27,200 habitantes), se ha complicado la situación para Alberto Núñez Feijóo al aprobar una normativa que prohíbe las celebraciones islámicas en sus instalaciones deportivas. Esta decisión fue tomada en respuesta a una moción presentada por la formación de Santiago Abascal, justo en medio del proceso de elaboración de los presupuestos locales. La estrategia de Génova de apoyar tanto la norma como al gobierno de Jumilla, en lugar de desautorizar a la alcaldesa, ha beneficiado al líder de Vox, proporcionándole ventajas y ofreciendo argumentos a la oposición. Sin embargo, también ha dominado la agenda veraniega, ha suscitado críticas negativas en los medios de comunicación de derecha, ha sido abiertamente rechazado por la Conferencia Episcopal y ha generado preocupación interna. «Lo normal sería que el PP de Jumilla no hubiera propuesto una alternativa a la moción de Vox», comenta un destacado miembro del Partido Popular sobre las acciones del equipo de Gobierno local. En lugar de rechazar completamente la propuesta de Vox sobre «la defensa de los usos y costumbres del pueblo español», que fue presentada por el único concejal de Vox y que este miércoles acompañó los Presupuestos municipales, el Partido Popular del municipio murciano decidió modificarla, obteniendo el mismo resultado. «El PP en Jumilla ha enfocado la política desde Jumilla y para Jumilla», añade este líder regional en relación a las consecuencias de la decisión que ha tomado el gobierno municipal, liderado por la alcaldesa Seve González. «Vamos a dar prioridad a nuestras tradiciones y nuestra identidad», manifestó la regidora en una entrevista con EL PAÍS este jueves. Este viernes, las fuentes de la dirección nacional continuaron refiriéndose a las explicaciones proporcionadas por la alcaldesa, argumentando que la enmienda no menciona textualmente «islam» ni «musulmanes». En una jornada en la que las intervenciones públicas de los miembros de la dirección del PP se limitaron a un video grabado que fue enviado a los medios.
El partido de Núñez Feijóo enfrenta obstáculos al respaldar una propuesta que previamente había desestimado en Murcia o en el Congreso.