Cuando Joao Pedro marcó el primer gol del Chelsea contra Fluminense echó a correr para celebrarlo, pero no tardó mucho en acordarse de cuáles fueron sus principios. Después de haber mandado la pelota al palo contrario desde el borde del área, un golazo, frenó la carrera y pidió perdón. No le duró mucho el arrepentimiento, porque el futbolista brasileño marcó también el segundo de su nuevo equipo con otro latigazo.. El delantero brasileño lleva poco más de una semana siendo jugador del Chelsea. Las fechas del Mundial permiten que se hayan abierto dos ventanas de fichajes diferentes en apenas un mes. Los clubes podían fichar, como hizo el Real Madrid con Huijsen y con Alexander-Arnold, antes de que comenzara el torneo. Y el 1 de julio se abrió el tradicional mercado de verano. Joao Pedro ha llegado directamente de la playa para meter al Chelsea en la final del primer Mundial de Clubes. El Chelsea ha pagado 63,7 millones de euros por su traspaso al Brighton, que recibió casi el doble de lo que se había gastado para sacarlo del Watford hace dos años.. Los 30 goles que marcó con el Brighton en 70 partidos le han valido para fichar por uno de los equipos más ricos del mundo. Sólo había necesitado marcar diez para salir de Brasil. Nacido en Ribeirao Preto, como el mítico portero Emerson Leao y el exjugador del Atlético de Madrid Diego Ribas, Joao Pedro se formó en las categorías inferiores de Fluminense. Pero en este fútbol de consumo rápido apenas jugó año y medio con el primer equipo del club carioca antes de marcharse al Watford con 18 años y dejando algo más de once millones de euros en las cuentas del club brasileño.. «Es una mezcla de emociones. Estoy feliz de anotar en dos ocasiones para el Chelsea, pero también siento un poco de tristeza por encontrarme con antiguos compañeros y también con el cuerpo técnico», explicaba después de eliminar a su antiguo club. Joao Pedro se veía reflejado en los más jóvenes del equipo brasileño, que veían rotas sus ilusiones. «Los jugadores que vienen de la academia vivieron un momento especial. Ver su tristeza es difícil porque sé que tienen sueños, así como fue mi sueño estar aquí. Pero tengo que hacer mi trabajo y gracias a Dios anoté dos goles», añade.. La casualidad quiso que en sus dos primeros partidos con el Chelsea se enfrentara a dos equipos brasileños. Contra Palmeiras no marcó, pero sí contra su ex. «Quiero ofrecer una disculpa. Sé que este torneo era muy importante para ellos, pero también lo es para nosotros. Es parte del fútbol. No resultó como hubieran querido. Voy a lamentarme por un lado», reconocía. Y deja una puerta abierta al futuro. «Seguiré trabajando. No sabemos lo que ocurrirá, espero volver algún día. No puedo controlar el futuro, pero los fans saben cuánto amo a Fluminense. Veo algunos partidos, no todos, porque es bastante tarde en Inglaterra», se despedía.
Cuando Joao Pedro marcó el primer gol del Chelsea contra Fluminense echó a correr para celebrarlo, pero no tardó mucho en acordarse de cuáles fueron sus principios. Después de haber mandado la pelota al palo contrario desde el borde del área, un golazo, frenó la carrera y pidió perdón. No le duró mucho el arrepentimiento, porque el futbolista brasileño marcó también el segundo de su nuevo equipo con otro latigazo.. El delantero brasileño lleva poco más de una semana siendo jugador del Chelsea. Las fechas del Mundial permiten que se hayan abierto dos ventanas de fichajes diferentes en apenas un mes. Los clubes podían fichar, como hizo el Real Madrid con Huijsen y con Alexander-Arnold, antes de que comenzara el torneo. Y el 1 de julio se abrió el tradicional mercado de verano. Joao Pedro ha llegado directamente de la playa para meter al Chelsea en la final del primer Mundial de Clubes. El Chelsea ha pagado 63,7 millones de euros por su traspaso al Brighton, que recibió casi el doble de lo que se había gastado para sacarlo del Watford hace dos años.. Los 30 goles que marcó con el Brighton en 70 partidos le han valido para fichar por uno de los equipos más ricos del mundo. Sólo había necesitado marcar diez para salir de Brasil. Nacido en Ribeirao Preto, como el mítico portero Emerson Leao y el exjugador del Atlético de Madrid Diego Ribas, Joao Pedro se formó en las categorías inferiores de Fluminense. Pero en este fútbol de consumo rápido apenas jugó año y medio con el primer equipo del club carioca antes de marcharse al Watford con 18 años y dejando algo más de once millones de euros en las cuentas del club brasileño.. «Es una mezcla de emociones. Estoy feliz de anotar en dos ocasiones para el Chelsea, pero también siento un poco de tristeza por encontrarme con antiguos compañeros y también con el cuerpo técnico», explicaba después de eliminar a su antiguo club. Joao Pedro se veía reflejado en los más jóvenes del equipo brasileño, que veían rotas sus ilusiones. «Los jugadores que vienen de la academia vivieron un momento especial. Ver su tristeza es difícil porque sé que tienen sueños, así como fue mi sueño estar aquí. Pero tengo que hacer mi trabajo y gracias a Dios anoté dos goles», añade.. La casualidad quiso que en sus dos primeros partidos con el Chelsea se enfrentara a dos equipos brasileños. Contra Palmeiras no marcó, pero sí contra su ex. «Quiero ofrecer una disculpa. Sé que este torneo era muy importante para ellos, pero también lo es para nosotros. Es parte del fútbol. No resultó como hubieran querido. Voy a lamentarme por un lado», reconocía. Y deja una puerta abierta al futuro. «Seguiré trabajando. No sabemos lo que ocurrirá, espero volver algún día. No puedo controlar el futuro, pero los fans saben cuánto amo a Fluminense. Veo algunos partidos, no todos, porque es bastante tarde en Inglaterra», se despedía.
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