La administración de los desechos radiactivos, que implica gastos de varios miles de millones y ha generado una batalla legal entre las empresas eléctricas y el Estado en España, representa uno de los principales obstáculos de la energía nuclear en comparación con las fuentes renovables. Sin embargo, también es crucial el suministro del combustible utilizado por los reactores, ya que el uranio a menudo proviene de áreas conflictivas en la geopolítica mundial. En España, Enusa, una empresa estatal, se ocupa de asegurar el suministro para las cinco centrales que están en funcionamiento. A causa de la invasión rusa en Ucrania, la compañía está centrando sus esfuerzos en «la búsqueda de fuentes alternativas para asegurar el suministro», según reconoce en su reciente informe anual que ha sido publicado.
La compañía estatal Enusa está explorando opciones para reemplazar el combustible ruso y ha firmado, por primera vez, un contrato con una empresa china.
La administración de los desechos radiactivos, que implica gastos de varios miles de millones y ha generado una batalla legal entre las empresas eléctricas y el Estado en España, representa uno de los principales obstáculos de la energía nuclear en comparación con las fuentes renovables. Sin embargo, también es crucial el suministro del combustible utilizado por los reactores, ya que el uranio a menudo proviene de áreas conflictivas en la geopolítica mundial. En España, Enusa, una empresa estatal, se ocupa de asegurar el suministro para las cinco centrales que están en funcionamiento. A raíz de la invasión rusa en Ucrania, la empresa ha declarado en su reciente informe anual que está concentrando sus esfuerzos en «explorar otras fuentes alternativas para asegurar el suministro». España depende completamente del uranio enriquecido, de cual aproximadamente el 40% proviene de Rusia, como indicó el presidente Pedro Sánchez durante una sesión del parlamento el 7 de mayo, que trató sobre el apagón masivo ocurrido el 28 de abril. La interrupción del suministro en la Península provocó un intensificación del debate en España acerca de la permanencia de la energía nuclear. Sin embargo, uno de los aspectos que a menudo se ignora es el origen del uranio. El uranio proveniente de Rusia se comercializa a través de la empresa Tenex, y Enusa reconoce que existe el peligro de que no toda la cantidad acordada llegue a España. El planteamiento considera que en 2023 y 2025 se recibirá lo acordado, pero no se espera lo correspondiente a 2026 y 2027, tal como se indica en el informe anual. El documento indica que la empresa está explorando «opciones que permitan la recepción de este material», en relación a lo acordado previamente con la firma rusa.