Criar hijos bilingües es un objetivo para muchas familias pero, ¿qué estrategia es más efectiva? Un estudio publicado en Child Development señala que no es suficiente con que un niño escuche dos idiomas a diario, lo realmente determinante es quién se los habla. Los investigadores analizaron cómo la exposición lingüística de cada progenitor impacta en el aprendizaje del idioma. Los resultados muestran que la madre desempeña un papel mucho más influyente que el padre en la adquisición de una segunda lengua.
Este fenómeno se explica en gran parte por los roles tradicionales de cuidado. En muchas familias, la madre pasa más tiempo con el niño durante sus primeros años, lo que incrementa su impacto en el desarrollo del lenguaje. Y se observó que las madres suelen utilizar ambos idiomas con mayor frecuencia, facilitando la inmersión en la lengua minoritaria.
Aunque la influencia paterna es menor sí es importante. El estudio revela que padres que usan regularmente un idioma con sus hijos contribuyen significativamente a su aprendizaje pero suelen ser menos constantes en la exposición al idioma minoritario.
Para fomentar un verdadero bilingüismo en casa es fundamental que ambos progenitores sean consistentes en el uso de la lengua minoritaria. Si el padre solo habla ocasionalmente en ese idioma su impacto es limitado. Sin embargo, cuando ambos lo utilizan de manera habitual, las probabilidades de que el niño lo adquiera por completo aumentan.
El estudio también evaluó distintas estrategias de exposición lingüística. Aunque el método «un padre, un idioma» es común en muchas familias, no fue el más determinante en la adquisición del lenguaje.
En su lugar, el factor clave fue la cantidad de interacción lingüística que cada progenitor tenía con el niño.
Las familias donde ambos padres hablaban regularmente los dos idiomas lograron una mayor exposición del niño a la lengua minoritaria en comparación con aquellas en las que solo un progenitor la usaba. Esto sugiere que la flexibilidad en el uso del idioma en casa puede ser beneficiosa.
Interacciones
A partir de estos hallazgos, los expertos recomiendan a los padres que desean criar hijos bilingües que prioricen la interacción constante en ambos idiomas. Para ello es importante asegurarse de que la lengua minoritaria tenga una presencia significativa en la rutina diaria del niño.
En lugar de limitarse estrictamente a un solo idioma se sugiere adaptar su uso según el contexto y las necesidades del niño. La exposición a conversaciones variadas y significativas en ambas lenguas facilita un aprendizaje más natural y efectivo.
Criar un niño bilingüe no depende únicamente de la cantidad de palabras que escucha, sino de quién se las dice y cómo se integran en su vida cotidiana.
Sin embargo, las voces más críticas con este tipo de enseñanza consideran que puede producirse una confusión lingüística por la exposición temprana a dos idiomas que puede generar confusión lingüística en los estudiantes más pequeños. Sin embargo, suele ser temporal y los niños superan esta etapa con el tiempo y la exposición adecuada a ambos idiomas. De hecho, los menores que se crían en familias donde sus progenitores hablan diferentes lenguas acaban aprendiendo ambos idiomas sin dificultad.
Otros de los desafíos que señalan los expertos son la desigualdad de oportunidades si no se implementa de manera equitativa, la necesidad de docentes cualificados –que requiere de una formación del profesorado en el bilingüismo– o una mayor carga de trabajo para los profesores.
Otros aspectos positivos radican en que investigaciones en el ámbito de las neurociencias han puesto de manifiesto que la educación bilingüe no solo tiene efectos positivos para el desarrollo académico, sino también para el desarrollo profesional, mental y emocional del alumnado, como recoge un estudio de la Universidad Europea.
Con los años, los estudiantes de estudios bilingües bien aplicados son capaces de procesar mejor la información, desarrollar habilidades atencionales y adquirir una mayor conciencia metacognitiva, además de optimizar otras funciones ejecutivas, como resolución de problemas, realización de tareas, regulación de la conducta, etcétera.
El aprendizaje de cualquier concepto siempre es mucho más significativo si se hace mediante actividades prácticas motivantes, desafiantes y asociadas al contexto real de los estudiantes. Algo que las metodologías hacen posible y, por ello, están consideradas la mejor opción de cara a la educación bilingüe. Estas estrategias pedagógicas buscan el desarrollo de un bilingüismo dinámico en el que cada estudiante aporte sus conocimientos y experiencias individuales, al mismo tiempo que colabora en proyectos comunes con un grupo activo y usa materiales de diferentes tipos y en distintos idiomas.
Para que los procesos de educación bilingüe se desarrollen correctamente son clave dos factores. Por un lado, que el alumnado se sienta que está en un entorno seguro, de apoyo y desbordante de emociones positivas. Y, por el otro lado, que el profesorado se integre con sus estudiantes, participe con ellos y sea parte activa de las discusiones que puedan surgir en el aula, y no solo estar al frente de esta hablando desde la pizarra o el escritorio.
Muchas familias tienen el objetivo de criar a sus hijos de manera bilingüe, pero ¿qué enfoque resulta ser el más efectivo? Un análisis publicado en la revista Child Development indica que no es solamente importante que un niño esté expuesto a dos idiomas cada día, sino que lo crucial es quiénes son las personas que le hablan esos idiomas. Los científicos examinaron de qué manera la exposición al lenguaje por parte de cada padre influye en el proceso de adquisición del idioma. Los hallazgos indican que la madre tiene una influencia significativamente mayor que el padre en el aprendizaje de un segundo idioma. Este hecho se debe en gran medida a los roles tradicionales asociados al cuidado. En numerosas familias, la figura materna suele dedicar más tiempo al niño en sus primeros años, lo que potencia su influencia en el desarrollo del lenguaje. Se notó que las madres tienden a utilizar ambos idiomas con más frecuencia, lo que ayuda a la inmersión en la lengua menos hablada. Aunque la influencia del padre es menor, sigue siendo significativa. La investigación indica que los padres que emplean de manera habitual un idioma con sus hijos tienen un impacto importante en su aprendizaje; sin embargo, tienden a ser menos constantes al exponerlos al idioma menos común. Para promover un auténtico bilingüismo en el hogar, es crucial que ambos padres mantengan la coherencia en el uso de la lengua minoritaria. Si el padre se comunica en ese idioma de forma esporádica, su influencia es reducida.
Una investigación muestra que su función es crucial en el aprendizaje de lenguas, ya que lo relevante no es cuántas palabras escucha el niño, sino quién las pronuncia.
Formar hijos bilingües es una meta para muchas familias, pero ¿cuál es la estrategia más eficaz para lograrlo? Un análisis difundido en la revista Child Development indica que simplemente exponer a un niño a dos idiomas cada día no es suficiente; lo crucial es quién se los comunica. Los científicos examinaron de qué manera la exposición al lenguaje por parte de cada uno de los padres influye en la adquisición del idioma. Los hallazgos indican que la madre tiene una influencia significativamente mayor que el padre en el aprendizaje de un segundo idioma. Este fenómeno se debe en gran medida a los roles tradicionales asociados al cuidado. En numerosas familias, la madre dedica más tiempo al niño en sus primeros años, lo que potencia su influencia en el desarrollo del lenguaje. Se notó que las madres tienden a emplear ambos idiomas más a menudo, lo que ayuda a la inmersión en la lengua menos hablada. Aunque la influencia del padre es menor, también es significativa. La investigación indica que los padres que emplean de manera habitual un idioma con sus hijos juegan un papel importante en su aprendizaje, aunque tienden a ser menos regulares al exponerlos al idioma que se habla menos. Para lograr un verdadero bilingüismo en el hogar, es esencial que ambos padres mantengan una consistencia en el uso de esta lengua minoritaria. Si el padre se comunica en ese idioma solo de forma ocasional, su influencia es restringida.