Hoy celebramos el Día Internacional del Sarcoma, una forma de cáncer tan poco común que se le clasifica casi como una enfermedad rara. Aunque solo representan el 1% de todos los tumores malignos, son responsables del 2% de las muertes por cáncer. Se desarrollan en el tejido conectivo o de soporte del cuerpo y se encuentran en las partes blandas, como el tejido adiposo y muscular, tendones, vasos sanguíneos, nervios y capas profundas de la piel, existiendo más de 50 subtipos. La buena noticia es que en los últimos años se han logrado significativos avances en su tratamiento. «Finalmente, hemos comenzado a contar con pruebas contundentes que avalan la utilización de terapias dirigidas de precisión en el sarcoma, similar a lo que se observa en otros tipos de tumores más comunes.» Se han creado medicamentos específicos para subtipos muy raros, como el tazemetostat para el sarcoma epitelioide y el vimseltinib, que han hecho posible evitar cirugías radicales en casos de tumor tenosinovial de células gigantes difuso. Ricardo Cubedo, jefe del área de Sarcomas y Cáncer Hereditario en el Servicio de Oncología Médica de MD Anderson Cancer Center Madrid-Hospiten, detalla que en ciertos casos el tratamiento se enfoca en alteraciones moleculares específicas, como el uso de avapritinib para ciertos GIST con mutaciones particulares. Además, menciona que han comenzado a surgir tratamientos «que emplean células vivas personalizadas y programadas en laboratorio para combatir tumores, como afamitresgene autoleucel destinado al sarcoma sinovial, una innovadora modalidad que utiliza células vivas diseñadas en el laboratorio para atacar al tumor.» No obstante, estos progresos traen consigo nuevos retos en cuanto a la adecuada selección de pacientes, así como en la regulación, el acceso y el financiamiento, los cuales es esencial abordar para que los pacientes en España y Europa puedan beneficiarse de ellos lo antes posible. Sin embargo, como indica Cubedo, no todas las investigaciones logran establecerse como tratamientos accesibles y efectivos. Entre las líneas de investigación más recientes y prometedoras, se destacan «las terapias celulares de segunda generación», que pueden ampliar el espectro de sarcomas que se pueden tratar con este enfoque. Se están desarrollando nuevas estrategias para mejorar la detección de los sarcomas por parte del sistema inmunológico, así como para incorporar herramientas de inteligencia artificial en el diagnóstico y en la toma de decisiones sobre tratamientos. En España, hay siete centros CSUR de referencia a nivel nacional y un grupo de especialistas en investigación, conocido como el Grupo Español de Investigación en Sarcomas (GEIS), que participa en la creación de ensayos clínicos internacionales y guías de tratamiento en un nivel similar al de países que históricamente han sido líderes en este ámbito, como Francia o Italia.
Ya hay pruebas contundentes que apoyan la utilización de este enfoque, tal como sucede con otros tipos de cáncer.
Hoy celebramos el Día Internacional del Sarcoma, una forma de cáncer tan poco común que se le clasifica casi como una enfermedad rara. Aunque solo representan el 1% de todos los tumores malignos, son responsables del 2% de las muertes por cáncer. Se desarrollan en el tejido conectivo o de soporte del cuerpo y se encuentran en las partes blandas, como el tejido adiposo y muscular, tendones, vasos sanguíneos, nervios y capas profundas de la piel, existiendo más de 50 subtipos. La buena noticia es que en los últimos años se han logrado significativos avances en su tratamiento. «Finalmente, hemos comenzado a contar con pruebas contundentes que avalan la utilización de terapias dirigidas de precisión en el sarcoma, similar a lo que se observa en otros tipos de tumores más comunes.» Se han creado medicamentos específicos para subtipos muy raros, como el tazemetostat para el sarcoma epitelioide y el vimseltinib, que han hecho posible evitar cirugías radicales en casos de tumor tenosinovial de células gigantes difuso. Ricardo Cubedo, jefe del área de Sarcomas y Cáncer Hereditario en el Servicio de Oncología Médica de MD Anderson Cancer Center Madrid-Hospiten, detalla que en ciertos casos el tratamiento se enfoca en alteraciones moleculares específicas, como el uso de avapritinib para ciertos GIST con mutaciones particulares. Además, menciona que han comenzado a surgir tratamientos «que emplean células vivas personalizadas y programadas en laboratorio para combatir tumores, como afamitresgene autoleucel destinado al sarcoma sinovial, una innovadora modalidad que utiliza células vivas diseñadas en el laboratorio para atacar al tumor.» No obstante, estos progresos traen consigo nuevos retos en cuanto a la adecuada selección de pacientes, así como en la regulación, el acceso y el financiamiento, los cuales es esencial abordar para que los pacientes en España y Europa puedan beneficiarse de ellos lo antes posible. Sin embargo, como indica Cubedo, no todas las investigaciones logran establecerse como tratamientos accesibles y efectivos. Entre las líneas de investigación más recientes y prometedoras, se destacan «las terapias celulares de segunda generación», que pueden ampliar el espectro de sarcomas que se pueden tratar con este enfoque. Se están desarrollando nuevas estrategias para mejorar la detección de los sarcomas por parte del sistema inmunológico, así como para incorporar herramientas de inteligencia artificial en el diagnóstico y en la toma de decisiones sobre tratamientos. En España, hay siete centros CSUR de referencia a nivel nacional y un grupo de especialistas en investigación, conocido como el Grupo Español de Investigación en Sarcomas (GEIS), que participa en la creación de ensayos clínicos internacionales y guías de tratamiento en un nivel similar al de países que históricamente han sido líderes en este ámbito, como Francia o Italia.