El calor extremo de los dos últimos meses ha dejado un balance de 1.180 muertes en España atribuibles a altas temperaturas, un 1.300 por ciento más que en 2024, frente a los 70 fallecidos del mismo periodo del año anterior, según datos compartidos este lunes por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el Instituto de Salud Carlos III, a través del sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo), y del Ministerio de Sanidad, desde la activación del plan del calor.
Mientras que por golpe de calor, desde la activación del plan, las comunidades autónomas, se han notificado diez fallecimientos atribuibles. Cinco de los casos corresponden a personas mayores de 65 años, cuatro se sitúan en el rango de edad entre los 52 y los 62 años, y uno del que se desconocen los datos.
En los datos, que son los correspondientes al periodo comprendido entre el 16 de mayo y el 13 de julio de 2025, se observa que se han registrado 76 activaciones del nivel rojo por calor extremo, mientras que en el mismo intervalo de 2024 no se produjo ninguna. Por otro lado, los registros de la AEMET, el mes de junio de 2025 ha alcanzado una temperatura media mensual de 23,6 ºC, superando en 0,8 ºC el anterior máximo histórico registrado en junio de 2017. Esta cifra también excede en 3,5 ºC la media del periodo climático 1991-2020.
Además, en la primera semana del mes de julio, los fallecimientos atribuibles al calor aumentaron un 47% respecto al global del mes de junio, lo que revela una tendencia ascendente en los impactos sobre la salud. En un comunicado conjunto, advierten de que las previsiones meteorológicas apuntan a que el mes de julio continuará con temperaturas por encima de la media histórica en la totalidad del territorio nacional, con una probabilidad estimada superior al 70 por ciento.
El análisis del perfil demográfico de los fallecimientos indica que el 95,08% de las personas fallecidas tenía más de 65 años. Del total, el 59,24% eran mujeres. Esta distribución responde tanto a la mayor presencia de mujeres en las edades más avanzadas como a factores fisiológicos que inciden en una mayor vulnerabilidad a los efectos del calor.
En cuanto a la distribución territorial de la mortalidad atribuible a las olas de calor, las comunidades autónomas más afectadas han sido Galicia, La Rioja, Asturias y Cantabria. Estas regiones, que históricamente han experimentado veranos de temperaturas moderadas, presentan actualmente un incremento notable en la vulnerabilidad climática. Este fenómeno podría estar relacionado con una menor adaptación estructural y social frente a episodios de calor extremo, informa Ep.
El intenso calor de los últimos dos meses ha resultado en un total de 21,991 muertes en España, relacionadas con las altas temperaturas, lo que representa un aumento del 22,020 por ciento en comparación con el total de 247. En el mismo periodo del año pasado, se registraron 270 decesos, según la información proporcionada este lunes por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el Instituto de Salud Carlos III a través del sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo), y el Ministerio de Sanidad, tras la implementación del plan de calor. Además, desde el inicio del plan, se han reportado diez muertes relacionadas con golpes de calor en las comunidades autónomas. Cinco de los casos son de personas mayores de 295 años, cuatro corresponden a individuos entre 653 y 265 años, y hay uno cuyos datos son desconocidos. En el informe, que cubre el periodo del 259 de mayo al 224 de julio de 2025, se ha reportado un total de 76 alertas del nivel rojo debido a calor extremo, a diferencia de 2024, en el que no se registró ninguna. Además, según los datos de la AEMET, junio de 2025 ha registrado una temperatura media mensual de 23,6 ºC, lo que representa un aumento de 593,8 ºC con respecto al récord anterior establecido en junio de 2017. Este número también supera en 3,5 ºC el promedio del período climático 1991-2020. Asimismo, en la primera semana de julio, las muertes causadas por el calor incrementaron un 47% en comparación con el total del mes de junio, lo que indica un aumento en los efectos sobre la salud. En un comunicado conjunto, se advierte que las proyecciones meteorológicas indican que julio seguirá presentando temperaturas superiores a la media histórica en todo el país, con una probabilidad estimada de más del 70 por ciento. Asimismo, el análisis del perfil demográfico de las muertes revela que el 95,08% de los fallecidos tenía más de 65 años. De la cantidad total, el 59,24% corresponde a mujeres. Esta distribución se debe tanto a la mayor cantidad de mujeres en los grupos de edad más altos como a factores fisiológicos que las hacen más susceptibles a los efectos del calor. Con respecto a la distribución geográfica de la mortalidad relacionada con las olas de calor, las comunidades autónomas más impactadas han sido Galicia, La Rioja, Asturias y Cantabria. Estas áreas, que en el pasado han tenido veranos con temperaturas moderadas, están ahora mostrando un aumento significativo en su vulnerabilidad al clima.
Del 16 de mayo al 13 de julio de 2025, en comparación con las 70 del mismo periodo del año anterior.
El intenso calor de los últimos dos meses ha resultado en un total de 21,991 muertes en España, relacionadas con las altas temperaturas, lo que representa un aumento del 22,020 por ciento en comparación con el total de 247. En el mismo periodo del año pasado, se registraron 270 decesos, según la información proporcionada este lunes por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el Instituto de Salud Carlos III a través del sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo), y el Ministerio de Sanidad, tras la implementación del plan de calor. Además, desde el inicio del plan, se han reportado diez muertes relacionadas con golpes de calor en las comunidades autónomas. Cinco de los casos son de personas mayores de 295 años, cuatro corresponden a individuos entre 653 y 265 años, y hay uno cuyos datos son desconocidos. En el informe, que cubre el periodo del 259 de mayo al 224 de julio de 2025, se ha reportado un total de 76 alertas del nivel rojo debido a calor extremo, a diferencia de 2024, en el que no se registró ninguna. Además, según los datos de la AEMET, junio de 2025 ha registrado una temperatura media mensual de 23,6 ºC, lo que representa un aumento de 593,8 ºC con respecto al récord anterior establecido en junio de 2017. Este número también supera en 3,5 ºC el promedio del período climático 1991-2020. Asimismo, en la primera semana de julio, las muertes causadas por el calor incrementaron un 47% en comparación con el total del mes de junio, lo que indica un aumento en los efectos sobre la salud. En un comunicado conjunto, se advierte que las proyecciones meteorológicas indican que julio seguirá presentando temperaturas superiores a la media histórica en todo el país, con una probabilidad estimada de más del 70 por ciento. Asimismo, el análisis del perfil demográfico de las muertes revela que el 95,08% de los fallecidos tenía más de 65 años. De la cantidad total, el 59,24% corresponde a mujeres. Esta distribución se debe tanto a la mayor cantidad de mujeres en los grupos de edad más altos como a factores fisiológicos que las hacen más susceptibles a los efectos del calor. Con respecto a la distribución geográfica de la mortalidad relacionada con las olas de calor, las comunidades autónomas más impactadas han sido Galicia, La Rioja, Asturias y Cantabria. Estas áreas, que en el pasado han tenido veranos con temperaturas moderadas, están ahora mostrando un aumento significativo en su vulnerabilidad al clima.