Un post en Instagram ha colocado a la artista Rosalía en el centro de la controversia sobre si las figuras públicas deberían expresarse o no sobre la invasión israelí en Gaza, la cual ha causado la muerte de 60,000 palestinos desde que comenzó la ofensiva en octubre de 2023. A finales de julio, el diseñador Miguel Adrover compartió en su cuenta de Instagram un correo electrónico donde informaba a la estilista de Rosalía que no realizaría un traje a medida debido a su falta de pronunciamiento sobre Gaza. Días después, la artista utilizó su Instagram, donde tiene más de 26 millones de seguidores, para comentar: «No creo que avergonzarnos mutuamente sea la forma más efectiva de avanzar en la lucha por la libertad de Palestina.» Es lamentable observar día tras día el asesinato de personas inocentes y que aquellos que tienen la responsabilidad de detenerlo no tomen acción.
Las objeciones hacia la cantante por no expresar su postura de manera pública avivan la discusión acerca del impacto que tienen las celebridades en la percepción colectiva, mientras aumenta la presión sobre quienes eligen no hablar.
Un mensaje en Instagram colocó a la cantante Rosalía en el centro del debate sobre si los personajes públicos deben tomar partido o no ante la invasión israelí de Gaza, que deja ya 60.000 palestinos muertos desde el inicio de la ofensiva en octubre de 2023. A finales de julio, el diseñador Miguel Adrover publicó en su cuenta de Instagram un correo electrónico en el que comunicaba a la estilista de Rosalía que se negaba a hacerle un traje a medida por su silencio respecto a Gaza. Pocos días después, la artista también usó su Instagram, con más de 26 millones de seguidores, para responder: “No veo cómo avergonzarnos unos a los otros sea la mejor manera en seguir adelante en la lucha por la libertad de Palestina. Es terrible ver día tras día cómo personas inocentes son asesinadas y que los que deberían parar esto no lo hagan”.. View this post on Instagram. Este intercambio de mensajes encendió la cerilla de una conversación que trasciende la fugaz viralidad de las polémicas a las que suelen estar acostumbradas las estrellas del pop solo por su mera existencia. Desde el inicio de la ofensiva israelí, pero sobre todo desde que empezaron a circular en redes sociales imágenes de niños y niñas muriendo a causa del plan premeditado de hambruna de Benjamín Netanyahu, la presión crece para que personajes públicos con gran capacidad de influencia, como Rosalía, se posicionen contra esta masacre.. Captura del comunicado de Rosalía en su cuenta de Instagram.. ¿Qué impacto tiene que una creadora de su nivel se manifieste sobre la invasión en Palestina?, ¿cuándo debía haberlo hecho?, ¿hay margen para la neutralidad en un conflicto como este? “Los artistas, en particular los que están vinculados a la música, tienen un alcance y un protagonismo determinante en la sociedad. Están escrutados, y sus gustos, opiniones y manifestaciones tienen un impacto tremendo en el ecosistema de relación entre artista-groupies-seguidores-mercados-audiencias”, analiza Antoni Gutiérrez-Rubí, consultor político y asesor de comunicación.. Antonio Cuartero, doctor en Periodismo, profesor de la Universidad de Málaga y experto en el estudio de las audiencias jóvenes,recuerda que los públicos que analiza han encontrado en estas figuras, también en las estrellas de la cultura popular, los referentes que “forjan su opinión” porque, dice, “han perdido el contacto con los medios generalistas y otros intelectuales”. Frankie Pizá, analista cultural y divulgador, añade: “Hoy toda figura pública es tratada como un vector ideológico, no solo como un artista tradicional. Todo se interpreta por audiencias hipervigilantes, y la neutralidad, lo que antes era una opción viable más, es ahora una ficción funcional en extinción”.. Más información. Más de mil profesionales de la Cultura piden a Sánchez el embargo de armas a Israel y lo acusan de “complicidad activa con el genocidio”. Tanto es así que día a día crece el número de artistas que se posicionan contra la escalada bélica israelí por diferentes vías, sobre todo en Europa y cada vez más en Estados Unidos: discursos en conciertos, espectáculos o actos de todo tipo; mensajes en redes sociales, firmas de manifiestos, peticiones de embargo de armas o participación en actividades de protesta. O incluso cantándolo, como hizo el fin de semana pasado Manuel Carrasco en un concierto en Tenerife, un momento captado por muchos asistentes en vídeos que se han hecho virales: “Si la política sirve para cambiar destinos, no sé qué estáis esperando para acabar con el llanto de los niños palestinos”, decía la letra.. @manuel_carrasco_oficial. Perdón si me pongo serio No es para menos la cosa Mientras brindan con un vino La hipocresía se engorda A los líderes del mundo A los que mueven los hilos Cada cosa por su nombre Da igual el bando Si matan son asesinos Qué culpa tiene el abuelo Qué culpa tiene su mare Qué culpa tiene la gente Para tanto miserable Si la política sirve Para cambiar los destinos No sé qué estáis esperando Para acabar con el llanto De los niños palestinos El mundo lo está gritando Queremos paz en la tierra Y que caigan los tiranos Y acaben las putas guerras. ♬ sonido original – Manuel Carrasco. El bailarín y coreógrafo Nacho Duato es uno de los que más tajantemente están alzando su voz, tanto en redes como en sus apariciones públicas. “Lo que está ocurriendo en Gaza es un genocidio. Y hay que decirlo así, llamarlo por su nombre”, declara a EL PAÍS. Duato dice no entender la falta de coherencia de Rosalía, que en otros momentos de su carrera sí se ha manifestado claramente. Repartió comida en las poblaciones afectadas por la dana en Valencia y escribió en su cuenta de X: “Fuck Vox”, en 2019, en defensa del colectivo del colectivo LGTBIQ+. “Rosalía aborda asuntos sociales con sus canciones, de marginalidad, pero luego no se posiciona claramente sobre este genocidio. Y hay que hacerlo. Hay que posicionarse”, insiste Duato. Cuando hace dos meses Melody, tras su paso por Eurovisión, dijo: “No puedo hablar sobre Israel, pero deseo que en el mundo haya mucho amor y mucha paz”, el coreógrafo le dedicó un vídeo en su canal de Instagram: “Querida Melody, eres una cantante maravillosa, pero si hubieras ganado Eurovisión, no te habrías ido una semana a tu casa. Y te diría que un artista debe posicionarse. Un genocidio es un genocidio y hay que decirlo”.. View this post on Instagram. Una de las últimas en condenar en público la invasión israelí en España ha sido la cantante catalana Bad Gyal, durante su actuación el pasado fin de semana en el festival Arenal Sound, en Burriana (Castellón), que se inauguró con concentraciones de protesta y la baja del grupo La Fúmiga tras conocerse que la empresa promotora de la cita es propiedad de KKR, fondo de inversión proisraelí con intereses inmobiliarios en la Franja. “Estoy aquí por mi público y por mis fans, no he querido fallaros, pero siento que es muy necesario que muestre públicamente mi apoyo al pueblo de Palestina”, explicó la artista en el escenario.. El Sónar, celebrado en Barcelona en junio y también vinculado a KKR, fue el primer festival en sufrir protestas y bajas. A mediados de julio llegarían más cancelaciones en el Festival de Benicàssim, entre ellos nombres tan conocidos como el puertorriqueño Residente y la gaditana Judeline: “La mayor parte de lo que consumimos tiene consecuencias para una parte de la población, aunque no seamos conscientes de ello; sin embargo, en este caso, la relación es directa y evidente”, declaró Judeline.. El grupo catalán La Élite fue el primero en bajarse del cartel del FIB. En declaraciones a EL PAÍS, los dos miembros de la banda, David Burgués y Nil Roig, se reafirman en su decisión: “Es un genocidio y creemos en los derechos humanos, no hace falta más”. Ambos están convencidos de que la acción de los artistas tiene un efecto arrastre ―“obviamente sí, no hace falta ni explicarlo”―, pero sobre todo insisten en que es necesaria la participación de figuras de renombre: “Ayudaría que grandes artistas, con números loquísimos y poder real, empiecen a hablar de cosas importantes como este genocidio y dejen de vendernos hamburguesas ultraprocesadas y presentaciones íntimas en estadios gigantes”.. En este contexto de escalada de posicionamientos, la presión sobre los que no se manifiestan también aumenta. Las críticas hacia Rosalía son extensibles a todo el ecosistema de las celebridades y ahora también a los creadores de contenido. “En el caso de Gaza es guerra y hambre con muchas imágenes con rostros de niños y niñas. La gestión de las emociones está servida. En este contexto, la neutralidad resulta insoportable para una inmensa mayoría de la opinión pública”, explica Gutiérrez-Rubí.. Una veintena de artistas que decidieron mantener su actuación en el Sonar lanzaron un comunicado para explicar su decisión, entre ellos el cantante catalán Alizz, quien esta semana, en declaraciones a la Cadena SER, ha afirmado que se ha sentido señalado y que ha perdido seguidores en redes sociales.. “Somos un poco inocentes: ¿Le pedimos a una artista pop que resuelva con un párrafo lo que los gobiernos callan y los medios blanquean?“, resume Pizá. Cuartero continúa: ”Para poder hacerle un boicot comercial a Israel, por ejemplo, ni siquiera con una gran campaña de un creador de contenido es suficiente. Esta reivindicación debería hacerse a los políticos“. “La visibilidad hoy tiene un precio. Y las figuras del pop o los iconos globales, por más que no se dediquen a la política o intenten evadirse romantizando ese artista clásico, ya no pueden escapar de ese campo de tensión”, explica Pizá.. También se han sentido señalados los miembros de la banda La Habitación Roja por mantener su concierto en el FIB. Su vocalista, Jorge Martí, lo explica así: “Somos ocho voces y, aunque todos estamos en contra del genocidio, hay matices en cuanto a cómo afrontar este dilema moral. Aunque consideramos cancelar, decidimos tocar y decir algo. En las redes sociales se tiende a amplificar el eco de proclamas malintencionadas y muchas veces falsas, y se las logra situar en plano de igualdad con argumentos bien construidos”.. Tras su actuación, el grupo publicó un comunicado para explicar su decisión. “A mí me parece bien cancelar (fue una de las opciones) o hacer cualquier tipo de acción que pueda sumar, pero también creemos que un boicot más colectivo, informado y estratégico sería más potente. También nos parece válido utilizar un festival para que miles de personas escuchen. Es muy extraño que ejercer tu trabajo pueda significar apoyar una causa que detestas. Hicimos el comunicado desde la duda y sabiendo que la mayoría de artistas ni dicen ni hacen nada por miedo a la cancelación. He hablado con gente que conoce el asunto de primera mano y me dicen que lo más importante es que se hable del genocidio. Al final todo son gestos simbólicos que aunque relevantes es difícil calibrar su eficacia. Supongo que algo es mejor que nada”. Y agrega: “También hemos reflexionado sobre el hecho de que este dilema existe también con muchas más empresas y servicios que utilizamos a diario. ¿Todo el mundo que tiene contradicciones está colaborando con el genocidio? ¿Quién no las tiene? En cualquier caso es frívolo pontificar desde un móvil. Tocas porque es tu trabajo, pero es una locura sin sentido que esto no haya forma de pararlo». Martí deja clara su condena del genocidio y comparte una frase que le llegó de un gazatí: “El sonido del hambre es más fuerte que el de las bombas”.. View this post on Instagram. La tradición cultural de la protesta. El sector de la cultura española se ha manifestado, en términos generales, en contra de la invasión israelí casi desde el inicio. En 2024, decenas de artistas firmaron una petición para que España dejara de vender y comprar armas a Netanyahu. A mediados de julio, más creadores se unieron a la demanda hasta superar el millar. Un grupo de 13 representantes de los firmantes se reunieron en el Teatro del Barrio de Madrid, donde acusaron al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de “complicidad activa con el genocidio“. El cineasta Oliver Laxe, ganador del premio del Jurado en el último festival de Cannes, fue el encargado de leer la carta, que decía: “La historia nos juzgará. Le pedimos que esté del lado correcto, del lado de la vida, la justicia y la humanidad”.. Acto en el Teatro del Barrio de Madrid, el pasado 14 de julio.Eduardo Parra (Europa Press). Uno de los presentes en aquel acto fue el actor Carlos Bardem. El intérprete, que se ha adherido también esta semana junto a un centenar de artistas españoles a un manifiesto del Festival de Cine del Sáhara contra el rodaje en el Sáhara Occidental de La Odisea, de Christopher Nolan,subraya en conversación telefónica: “Gaza nos ha puesto a todos un espejo delante: quien calla es cómplice. Ahora están bombardeando a niños en Gaza u oprimiendo a saharauis en el desierto de Argelia o Marruecos, pero el fascismo rampante que hay detrás de todos estos asuntos no nos va a dejar de lado si no reaccionamos”. Sobre el manifiesto contra el rodaje de La Odisea, Bardem subraya que la ciudad donde se está rodando, Dajla, “es un caso paradigmático del intento de borrar la identidad saharaui”. “Están intentando convertirla en un destino turístico de playa marroquí. Lo incluyen en el circuito de competiciones de windsurf y kitesurf del mundo, lo venden como un resort marroquí. Y ahora se han llevado ahí a rodar a Nolan. Este y su equipo seguramente no tenían la menor idea de lo que estaban haciendo, por eso es bueno que se les haya escrito un manifiesto”.. Artistas por Palestina surgió hace algo más de dos meses y reúne a creadores de teatro, cine, música, danza, literatura y la pintura. “Nos organizamos para difundir la causa palestina, denunciar las injusticias, recaudar fondos humanitarios. No buscamos hablar por Palestina, sino amplificar sus voces”, se define este colectivo que recauda dinero para ayuda directa a familias gazatíes, entre otras iniciativas.. View this post on Instagram. “La opinión pública en España es heredera del compromiso público de los artistas. A lo largo del siglo XX, los principales protagonistas de las artes escénicas y dramáticas en España se han posicionado políticamente. Casi siempre en el espacio de la izquierda o la oposición democrática. Hay una cultura instalada de presencia y compromiso. Es difícil salir de ese marco”, sitúa Gutiérrez-Rubí.. El cambio de giro en Hollywood. A principios de junio, cuando las imágenes de la hambruna en Gaza comenzaron a abrir los medios y propagarse por las redes sociales, Hollywood y todo su entramado de estrellas, que se habían mantenido en general calladas, comenzó a pronunciarse. Ya lo habían hecho los más de 300 trabajadores de la cultura que acudieron en mayo al Festival de Cannes en una tribuna del diario Libération: “No podemos continuar en silencio mientras en Gaza ocurre un genocidio”. “¿Por qué este silencio?”.. Aquella tribuna la firmó Javier Bardem, entre otros. El actor siguió con su discurso contra la ofensiva de Israel en los principales platós y alfombras rojas del mundo durante la promoción de F1, la película. “La situación en Gaza ha llegado a tal punto que no puedo expresar el dolor que muchísima gente sufrimos diariamente viendo esas horribles imágenes de niños asesinados y muriéndose de hambre, siendo amputados sin anestesia”, declaró en el programa estadounidense The View, uno de los de mayor audiencia en el país. La lista de intérpretes que se pronuncian con claridad crece cada día: Bella Hadid, Mandy Patinkin, Cynthia Nixon, Mark Ruffalo.. Antes de que nombres tan relevantes de la industria cinematográfica decidieran hablar sin tapujos, Hollywood había creado su particular guerra de bandos. El punto de inflexión se produjo en la entrega de los Oscar de 2024, cuando el cineasta británico y judío Jonathan Glazer pronunció estas palabras al recoger su galardón por el filme La zona de interés: “Nuestra película muestra que la deshumanización nos lleva a lo peor, ha dado forma a nuestro pasado y a nuestro presente. ¿Cómo nos resistimos a esta deshumanización? Ya sea de las víctimas del 7 de octubre en Israel o del ataque que se está llevando a cabo en Gaza”.. Joaquin Phoenix, Elliot Gould, Joel Coen, Nan Goldin y la escritora y activista Naomi Klein fueron algunos de los 151 artistas judíos que salieron públicamente a respaldar a Glazer. Aquel colectivo de creadores denunció el clima de censura que se había instalado en la industria tras el discurso del cineasta. Un millar de profesionales condenaron sus palabras 10 días después de la gala por “alimentar el odio antijudío”.. Eso ha llegado mucho después de que la actriz Susan Sarandon, quien aseguró que su posicionamiento propalestino desde el inicio de la ofensiva tuvo como consecuencia la cancelación de varios de sus proyectos, además de perder a su representante. El de la actriz Melissa Barrera fue uno de los casos más directos cuando en 2023 fue despedida de la séptima entrega de Screampor ser una de las voces más activas en defensa de Palestina en redes. La mexicana reconoció a EL PAÍS que hubo momentos en los que tuvo miedo de ser “desahuciada” y de que no le ofrecieran más papeles. Su compañera de reparto Jenna Ortega también abandonó la saga y mantuvo su activa voz pro Palestina en redes.. En el Reino Unido, una gran parte del sector cultural se ha reunido en torno al colectivo Artists for Palestine UK (Artistas por Palestina Reino Unido), a través del que nombres tan conocidos como Tilda Swinton, Brian Eno, Paul Weller y Roger Waters, entre otros, se manifiestan, por ejemplo, en contra de que la BBC retirara a inicios de año de su plataforma digital, BBC iPlayer, el documental Gaza: How to Survive a War Zone (Gaza: Cómo Sobrevivir en una zona de guerra), codirigido por el británico Jamie Roberts y el palestino Yousef Hammash.. “La imagen de los artistas está entrelazada con estructuras de poder, patrocinadores, marcas, instituciones y públicos diversos. Cualquier movimiento tiene un precio reputacional. La paradoja es que callar también lo va a tener”, concluye Pizá.. Con información de Mercedes L. Caballero, Katy Lema y Tommaso Koch.