Con la llegada de los meses más cálidos, los españoles buscan opciones para combatir el calor y mantenerse hidratados. A las tradicionales infusiones frías, cafés con hielo y refrescos, se une cada vez con mayor fuerza la horchata en los hogares.
Esta bebida, originaria de la Comunidad Valenciana, ha ganado un espacio notable en los hábitos de consumo estivales de muchas regiones del país. Su maridaje por excelencia son los fartons, unos dulces alargados y ligeros, ideales para mojar.
Tradicionalmente asociados a las horchaterías valencianas, los fartons han traspasado esas fronteras y se encuentran ya en la oferta de diversas cadenas de distribución. Mercadona, por ejemplo, los ha tenido con éxito entre sus clientes.
LIDL se lanza a la conquista del farton valenciano
La cadena de supermercados LIDL ha decidido incorporar este popular dulce a su surtido, entrando de lleno en un segmento de mercado que hasta ahora lideraba, en parte, la enseña valenciana.
Los fartons de LIDL se comercializan a un precio de treinta y cinco céntimos por unidad. Este coste los sitúa en una franja accesible para el consumidor que busca un acompañamiento para la horchata o un dulce ligero para la merienda.
Cada una de estas piezas de bollería, recubiertas de azúcar, tiene un peso de aproximadamente cuarenta gramos. Esto supone que el coste por kilogramo de este producto se establece en 8,75 euros.
La novedad de la llegada de los fartons a LIDL no ha pasado desapercibida, generando cierto revuelo entre los consumidores. Se han compartido vídeos en redes sociales, como TikTok, donde ya se observa que las existencias se agotan rápidamente en algunos establecimientos.
Un clásico veraniego que refuerza su presencia
El farton, con su textura esponjosa y ligera, ha sido tradicionalmente el acompañamiento ideal de la horchata fría. Su popularidad ha crecido más allá de la Comunidad Valenciana, convirtiéndose en un producto demandado en todo el país durante los meses de calor.
Mercadona, con su gran arraigo en la Comunidad Valenciana, ha comercializado los fartons desde hace tiempo con un éxito sostenido, especialmente en la temporada estival. Su oferta ha sido un referente para muchos consumidores.
La incorporación de los fartons a la oferta de LIDL es un indicativo del creciente interés de las cadenas de supermercados por captar una parte de este mercado estacional. Este tipo de productos responden a una demanda específica del verano.
La expansión de la venta de fartons a través de grandes distribuidores facilita que este dulce valenciano llegue a un público más amplio en toda la geografía española, reforzando su estatus como un referente de la gastronomía veraniega.
Con la llegada de la temporada más calurosa, los españoles buscan alternativas para hacer frente al calor y mantenerse bien hidratados. Junto a las habituales infusiones frías, cafés helados y refrescos, la horchata está ganando cada vez más popularidad en los hogares. Esta bebida, proveniente de la Comunidad Valenciana, ha logrado hacerse un lugar significativo en los hábitos de consumo durante el verano en diversas partes del país. El acompañamiento perfecto para ellos son los fartons, unos dulces alargados y esponjosos que son perfectos para sumergir. Aunque se les relaciona tradicionalmente con las horchaterías de Valencia, los fartons han cruzado esas fronteras y ahora están disponibles en diversas cadenas de distribución. Mercadona, por ejemplo, ha tenido éxito con ellos entre sus consumidores. LIDL se está aventurando en la búsqueda del farton valenciano. El supermercado LIDL ha optado por añadir este conocido dulce a su oferta, adentrándose en un mercado que hasta el momento estaba dominado, en parte, por la marca valenciana. Los fartons de LIDL se venden a un precio de 35 céntimos cada uno. Este precio los coloca en un rango asequible para los consumidores que desean un complemento para la horchata o un postre ligero para la merienda. Cada una de estas piezas de repostería, cubiertas de azúcar, pesa alrededor de cuarenta gramos. El precio por kilogramo de este producto se fija en 8,75 euros. La aparición de los fartons en LIDL ha causado sensación entre los compradores, generando un gran interés. Se han difundido videos en plataformas sociales como TikTok, mostrando que algunos comercios están quedándose sin stock rápidamente. Es un clásico del verano que reafirma su popularidad.
La popularidad de la horchata y sus fartons está creciendo en España, y LIDL se une a la competencia del verano.
Con la llegada de la temporada más cálida, los españoles están en busca de alternativas para hacer frente al calor y mantenerse bien hidratados. Junto a las típicas infusiones frías, cafés helados y sodas, la horchata está ganando cada vez más popularidad en los hogares. Esta bebida, que proviene de la Comunidad Valenciana, ha encontrado un lugar importante en las costumbres de consumo durante el verano en varias partes del país. El complemento perfecto para ellos son los fartons, que son dulces alargados y ligeros, perfectos para sumergir. Aunque tradicionalmente se relacionan con las horchaterías de Valencia, los fartons han ampliado su alcance y ahora también están disponibles en varias cadenas de distribución. Mercadona, por ejemplo, ha tenido éxito con estos productos entre sus consumidores. LIDL comienza su ataque para hacerse con el fartón valenciano. La cadena de supermercados LIDL ha optado por incluir este conocido postre en su oferta, adentrándose así en un nicho de mercado que hasta ahora estaba dominado en parte por la marca valenciana. Los fartons de LIDL se venden a un precio de 35 céntimos por unidad. Este precio los coloca en un rango asequible para los consumidores que desean un complemento para la horchata o un postre ligero para la merienda. Cada una de estas piezas de repostería, cubiertas de azúcar, pesa alrededor de cuarenta gramos. El precio por kilogramo de este producto se fija en 8,75 euros. La aparición de los fartons en LIDL ha causado sensación entre los compradores, generando un gran interés. Se han difundido videos en plataformas sociales como TikTok, mostrando que algunos comercios están quedándose sin stock rápidamente. Es un clásico del verano que reafirma su popularidad.