Los hospitales públicos españoles pierden al año unos nueve milllones de consultas externas porque, llegada la hora, el paciente no se presenta a la cita con el médico. Esta es la estimación realizada por EL PAÍS en base a los datos ofrecidos por las comunidades autónomas, en un cálculo necesariamente aproximado debido a que no todas ellas contabilizan este indicador de forma centralizada ni ofrecen cifras siempre comparables.. Seguir leyendo
Ser hombre, joven y las citas a mayor tiempo vista son circunstancias que aumentan el riesgo de inasistencia, según un estudio
Los hospitales públicos españoles pierden al año unos nueve milllones de consultas externas porque, llegada la hora, el paciente no se presenta a la cita con el médico. Esta es la estimación realizada por EL PAÍS en base a los datos ofrecidos por las comunidades autónomas, en un cálculo necesariamente aproximado debido a que no todas ellas contabilizan este indicador de forma centralizada ni ofrecen cifras siempre comparables.. Ninguna administración ni estudio ha publicado hasta la fecha un dato a nivel nacional que ilustre la magnitud de un problema que obliga a suspender cerca de una de cada 10 de las 90 millones de consultas externas programadas al año en España. Una proporción que asciende al 17,4% en Andalucía, la comunidad más poblada del país, y alcanza “entre el 20% y el 30% por ciento, según el hospital e isla” en Canarias, la que admite mayores cifras de absentismo.. “Estas cifras revelan el enorme reto al que se enfrentan los hospitales. La inasistencia del paciente es un problema en sí mismo porque origina una gran pérdida de tiempo y recursos, pero también un síntoma de otras disfunciones del sistema sanitario, como la inadecuada gestión de las agendas o las largas demoras”, sostiene Conrado Domínguez, miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA).. La Comunidad de Madrid, que cifra en el 9,4% el porcentaje de consultas perdidas en sus centros, admite que “una tasa de inasistencia superior al 8%-10% tiene consecuencias directas en la eficiencia, aprovechamiento de agendas y tiempos de espera para nuevos pacientes”. Esta es la razón que lleva a varias autonomías a hacer un llamamiento al “uso responsable” de los servicios sanitarios.. Este diario ha pedido a las 17 comunidades los datos de sus hospitales. De ellas, han contestado 11 —Andalucía, Aragón, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Galicia, Madrid, Murcia, Navarra y País Vasco—, en las que vive el 72% de la población española.. Tras Canarias y Andalucía, Aragón es la tercera comunidad con más consultas perdidas, el 13%. Le siguen Castilla-La Mancha (12%), Madrid (9,4%), Murcia (8,6%) y Baleares (8,3%). Con porcentajes menores, están la Comunidad Valenciana (6,4%), Galicia (5,8%), País Vasco (4,8%) y Navarra (3,8%).. Estos porcentajes, sin embargo, están calculados en base a datos ligeramente distintos. Algunas comunidades, como Andalucía y Galicia, hacen sus cálculos sobre el total de consultas programadas, mientras otras como Madrid y Baleares incluyen solo las primeras citas del paciente con el especialista. El matiz es importante, porque la inasistencia suele ser mayor en estas primeras consultas que en las sucesivas y de seguimiento. Aragón, por su parte, ofrece el dato en base a un estudio sobre una muestra de la actividad en sus hospitales.. Pese a la importancia que comunidades y expertos dan al problema, son pocos los estudios realizados para conocer su magnitud real. Enrique González Díaz, ginecólogo y coordinador médico de los centros de especialidades periféricas del Complejo Asistencial Universitario de León, es autor del último realizado en España, cuyas conclusiones fueron presentadas en el reciente Congreso Nacional de Hospitales celebrado en Zaragoza.. “Buscamos identificar los factores asociados a la inasistencia y definir el perfil del paciente adulto con mayor riesgo. Lo hicimos analizando más de 198.000 primeras citas entre julio de 2022 y diciembre de 2024”, explica. La consultas perdidas entre esos meses ascendieron al 9,1%.. Los resultados muestran que ser hombre, joven y tener una cita con más demora son tres factores que incrementan la inasistencia. Entre las personas menores de 44 años, el 12,5% no se presentó, mientras entre las mayores de 72 años el porcentaje cayó al 5,9%. Los hombres faltan el 10,2 % de las veces, mientras las mujeres el 8,7%. Y la tasa en pacientes con una espera superior a 120 días fue del 12,7%, frente al 6,2% cuando era inferior a 60 días.. La cercanía al hospital también influye. Aquellos que viven en León capital faltaron al 7,9% de las citas, los que viven en el área que rodea a la ciudad al 9,4% y los que viven fuera de ella al 10,6%.. El estudio observó notables diferencias entre especialidades, con psiquiatría, dermatología, ginecología y otorrinolaringología con mayor absentismo (entre el 11% y 18 %). Por el contrario, cardiología, cirugía general y del aparato digestivo, urología y reumatología presentaron porcentajes inferiores al 8%.. González Díaz, sin embargo, llama a interpretar con cautela estas últimas diferencias. “En algunas especialidades, como psiquiatría, puede entenderse un mayor riesgo. En otros casos, en cambio, esta disparidad puede estar también relacionada con cuestiones organizativas, como la falta de personal que alargue las demoras”, afirma.. El estudio también mide el impacto de introducir una de las medidas más utilizadas para reducir la pérdida de consultas: el envío de un mensaje por SMS recordatorio al paciente. Antes de ponerla en marcha, en marzo de 2023, la inasistencia era del 10,6%, mientras que posteriormente bajó al 8,2%. “Gracias al sistema de SMS, una de cada cinco consultas que antes se perdían se logró recuperar. El descenso fue mayor en las especialidades con esperas más largas”, añade González Díaz.. Esta mejora coincide con los datos aportados por algunas comunidades autónomas. Aragón, por ejemplo, llevó a cabo una prueba piloto que observó que “si se llamaba a las personas citadas, el porcentaje de las que no acudía bajaba del 13% al 11%”.. José Ramón Repullo, profesor emérito de Planificación y Economía de la Salud de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III, confirma que la literatura científica no es muy prolífica con este problema. “Los estudios son dispersos e incompletos, pero sus hallazgos son bastante coincidentes y encajan con explicaciones verosímiles”, sostiene.. Como en León, ser joven, hombre y los tiempos de espera más largos aumentan el riesgo de inasistencia en casi todos los estudios publicados. “Los datos disponibles también apuntan a la accesibilidad [coste en tiempo y recursos hasta el hospital] y la pluripatología como factores de riesgo. Los pacientes que tienen citas con varios especialistas parecen tener problemas para conciliarlas con su disponibilidad de acompañamiento y transporte. Además, puede ser más frecuente que la reagudización de alguna de sus patologías le dificulte acudir a la consulta”, explica.. Según este experto, algunos determinantes del absentismo pueden ser abordados con recordatorios —mensajes SMS, llamadas…—, pero otras medidas que pueden ayudar son “agrupar y ordenar distintas citas, especialmente en pacientes crónicos y mayores, y también establecer un sistema sencillo y ágil para cambiarlas o anularlas”.. Repullo, en cambio, no se muestra partidario de otras medidas de “tipo punitivo”, como imponer un copago por cita fallida. “Estas medidas tienen dos problemas: su efectividad es cuestionable y dañan a la equidad. No es sencillo diferenciar al que ha tenido un olvido irresponsable del que ha sufrido un agravamiento de salud o tenido otros problemas”.. Conrado Domínguez coincide en que “no es buena idea” culpabilizar al paciente. “Quien tiene un problema de salud y está en condiciones de ir al médico, no dejará perder su cita. La evidencia nos muestra que en las consultas, como en cribados y pruebas diagnósticas, hay factores más allá de la voluntad que actúan como barrera”, como serían la precariedad laboral, responsabilidades familiares, vulnerabilidad social, dificultades idiomáticas…. Este gestor añade factores organizativos. “Hay que apostar en la gestión basada en el valor. No se trata tanto de llenar las agendas de forma rutinaria pensando solo en aumentar la actividad, en ocasiones sin que el paciente se sienta implicado en el proceso, sino pensar en lo cualitativo, en los resultados en salud. Valorar bien sus necesidades y posibilidades. Y en base a ello, programar”, defiende.. Una idea que repiten los expertos es que la mayoría de las consultas perdidas corresponden a unos pocos perfiles de pacientes. En su estudio en León, González Díaz concluye que “la inasistencia no es aleatoria, sino que se asocia a unos factores identificables y modificables”.. Esto permite adoptar medidas que permitan “identificar con precisión los pacientes con mayor riesgo de inasistencia” y abre la puerta a diseñar medidas concretas que lo eviten, algo en lo que nuevas herramientas como la inteligencia artificial pueden ser de gran ayuda.. “No tiene sentido mandar 10 mensajes por cada consulta, porque ya sabemos el perfil de paciente que acude a las citas. Tenemos que centrarnos en los que tienen más posibilidades de fallar, según los modelos, y utilizar con ellos otras estrategias. Las llamadas pueden ser una”, defiende González Díaz.. El desarrollo de un modelo matemático que permita lograr este objetivo es el siguiente paso que ocupa a este experto. “Estamos ante un problema muy importante. Cada vez que perdemos una consulta, perdemos algo muy valioso que nos aleja de nuestra meta, que es la mejor asistencia al paciente”, concluye.