Lluís Marcet Bonet fue diagnosticado con cáncer de mama hace 15 años. A los 47 años, se percató de una protuberancia cerca del pezón y fue a consultar a su médico, pensando que se trataba de un problema de la piel. «Fue en el momento en que me mencionaron una mamografía que realmente comencé a preocuparme», recuerda. Se necesitaron siete meses para recibir el diagnóstico: «carcinoma ductal infiltrante de grado 2». Durante ese tiempo, reunió historias que reflejan cómo a menudo se ignora el cáncer de mama en hombres. Una semana después de estar de baja, recibí una llamada de la mutua pidiendo disculpas, ya que afirmaban que habían recibido un ‘diagnóstico femenino’. Les dije que no, que estaba en lo correcto. Mientras esperaba para hacerme una mamografía, la enfermera llamó a ‘Luisa’ y fue en ese momento cuando comprendí que se refería a mí. Actualmente, Lluís es voluntario en la Asociación INVI, donde se dedica a apoyar a otros hombres que enfrentan la misma incertidumbre. No tenía conocimiento de ninguna persona que sufriera de esta enfermedad.
La Asociación INVI advierte, con ocasión del Día Mundial del Cáncer de Mama Masculino, sobre los diagnósticos tardíos y la escasa conciencia médica que retrasa la identificación de esta enfermedad.
Lluís Marcet Bonet fue diagnosticado con cáncer de mama hace 15 años. A los 47 años, se percató de una protuberancia cerca del pezón y fue a consultar a su médico, pensando que se trataba de un problema de la piel. «Fue en el momento en que me mencionaron una mamografía que realmente comencé a preocuparme», recuerda. Se necesitaron siete meses para recibir el diagnóstico: «carcinoma ductal infiltrante de grado 2». Durante ese tiempo, reunió historias que reflejan cómo a menudo se ignora el cáncer de mama en hombres. Una semana después de estar de baja, recibí una llamada de la mutua pidiendo disculpas, ya que afirmaban que habían recibido un ‘diagnóstico femenino’. Les dije que no, que estaba en lo correcto. Mientras esperaba para hacerme una mamografía, la enfermera llamó a ‘Luisa’ y fue en ese momento cuando comprendí que se refería a mí. Actualmente, Lluís es voluntario en la Asociación INVI, donde se dedica a apoyar a otros hombres que enfrentan la misma incertidumbre. No tenía conocimiento de ninguna persona que sufriera de esta enfermedad.