Morante de la Puebla logró escapar de un grave incidente durante la pelea del cuarto toro en la corrida que tuvo lugar anoche en la plaza de Marbella. Terminó bastante lastimado y con una herida leve en la cabeza, lo que ayudó a que se llevara consigo las dos orejas y el rabo. Su actuación fue de pura inspiración; aunque no fue una faena perfecta, hubo instantes de gran belleza. Garcigrande, Morante, Ortega, and Aguado. Los toros de Garcigrande fueron bien presentados, mostraron cumplimiento en el momento de las varas, tuvieron un nivel de raza aceptable y fueron muy nobles. En cuanto a Morante de la Puebla: recibió cinco pinchazos y un bajonazo (resultando en silencio); y logró una estocada caída (obteniendo dos orejas y rabo). Sufrió una herida cortante en la parte derecha del cráneo y una contusión en la región medio del glúteo derecho. Pronóstico suave.. Juan Ortega: media estocada (oreja); pinchazo seguido de estocada caída (oreja).. Pablo Aguado: estocada (dos orejas); pinchazo y casi entera (silencio).. El asistente Diego Ramón Jiménez sufrió un golpe en la muñeca derecha durante la pelea del tercer toro y fue trasladado a un hospital para exámenes radiológicos. Pronóstico desfavorable en la plaza de toros de Marbella, Málaga. 8 de agosto.
Después de realizar una voltereta, mostró su habilidad en Marbella y no permitió que Juan Ortega y Pablo Aguado lo superaran en la competencia, quienes dejaron ver su alta calidad en el arte de la discusión.
Morante de la Puebla escapó por un milagro de un grave accidente durante la pelea del cuarto toro en la corrida que tuvo lugar anoche en la plaza de Marbella. Terminó con un gran dolor y una herida en la cabeza que, aunque leve, le permitió salir con los dos trofeos en un acto lleno de inspiración, donde aunque no hubo una actuación perfecta, sí se vivieron momentos de gran belleza. Junto a él, otros dos artistas, Juan Ortega y Pablo Aguado, ofrecieron secuencias memorables, pero no lograron eclipsar la brillantez del torero de La Puebla. Morante llegó a la plaza de Marbella rebosante de confianza y decidido a demostrar una vez más que sigue siendo el rey frente a quienes quieren reclamar su trono. Volvió a torear de una manera única, mostrando facilidad, seguridad y un desprecio por el peligro que, tal vez, fue la causa de la grave cogida que sufrió al finalizar una serie de naturales en su cuarto toro. El toro sorprendió a Morante por detrás, lo derribó de manera espectacular y lo atacó con fervor en el suelo, donde lo lanzó dos veces más; probablemente, los cuernos sin filo del toro evitaron que lo hiriera, pero Morante terminó con el rostro alterado, visiblemente dolorido y con una herida en la cabeza. Esto ocurrió durante su cuarto toro, después de que en su primer encuentro perdiera parte de su habilidad como torero con cinco pinchazos y un golpe bajo, mientras que Ortega y Aguado cautivaron al público con fragmentos sueltos de gran riqueza artística. Morante, sin embargo, parece decidido a no permitir que nadie le quite su estatus de privilegio. No. Se encontró con el toro de rodillas junto a las tablas, realizando un molinete con el capote y una impresionante serie de verónicas muy lentas, llenas de belleza. Luego de que Curro Javier impresionara con las banderillas, se arrodilló nuevamente y comenzó la labor con la muleta, realizando elegantes ayudados por alto al lado de la barrera, que adornó con una trincherilla y un afarolado. Después, realizaron dos series de muletazos con la mano derecha, seguidas de una tercera en la que usaron la zurda y una cuarta final repleta de determinación, ofreciendo un desplante al dejar la muleta sobre el lomo del toro. Morante, convencido de que no podía perder el triunfo a pesar de tener una herida en la parte trasera de su cabeza y su cuerpo golpeado, ejecutó una estocada baja que fue suficiente para llevarse los máximos trofeos y demostrar que el torero que realmente posee el jarro de las esencias es aquel que es un torbellino de ambición y orgullo. A pesar de ello, Ortega y Aguado dieron lo mejor de sí mismos. Ambos son artistas destacados, aunque más vulnerables que el experimentado maestro y con menos aspiraciones. Juan Ortega ejecuta la verónica al segundo toro de la tarde. (Imagen proporcionada por @TorosMarbella).