La ciudad hace un llamado a la comunidad global para que se impulsen los esfuerzos de desarme nuclear, con el fin de que esta ciudad japonesa sea ‘la última en la historia en experimentar un ataque nuclear’.
Nagasaki ha señalado este sábado un aumento en el riesgo de una guerra nuclear, instando a la comunidad global a acelerar el desarme nuclear, con la esperanza de que esta ciudad japonesa sea ‘la última en la historia en experimentar un ataque nuclear’, mientras se conmemora el 80º aniversario de dicho bombardeo. La región suroeste de Japón ha llevado a cabo una ceremonia en recuerdo de las víctimas del bombardeo realizado por Estados Unidos el 9 de agosto de 1945, solo tres días después del primer ataque nuclear en Hiroshima. Se calcula que el total de muertos debido a ambos bombardeos y sus efectos asciende a 400.000. Durante la ceremonia, estuvieron presentes autoridades japonesas y ‘hibakusha’, que son los sobrevivientes de la explosión, quienes hicieron un llamado al mundo para que aprenda de los sufrimientos que vivió Nagasaki y así evitar que ocurran de nuevo, ante la presencia de representantes de 94 países y regiones. Este sábado, varios participantes ofrecieron oraciones en el parque de la Paz de Nagasaki. Issei Kato (REUTERS) «La crisis existencial que enfrenta la humanidad representa un riesgo inminente para todos los que habitamos la Tierra», declaró Shiro Suzuki, alcalde de Nagasaki, en su mensaje por la paz durante la ceremonia, donde también advirtió sobre un mundo atrapado en un «círculo vicioso de enfrentamientos y divisiones». Como descendiente de sobrevivientes de la bomba, Suzuki exhortó a los líderes globales a establecer un plan concreto para la abolición de las armas nucleares y reconoció el trabajo de concienciación global realizado por la organización de ‘hibakusha’ Nihon Hidankyo, que recibió el Premio Nobel de la Paz el año pasado. El alcalde también subrayó que «a los ‘hibakusha’ no les queda mucho tiempo» debido al reducido número y la avanzada edad de los sobrevivientes. «Por eso, Nagasaki se ha comprometido a difundir su mensaje en todo el mundo, con el objetivo de ser la última ciudad en la historia que experimentó un bombardeo atómico». En la misma línea, el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, ha señalado la «creciente división global» y la «situación de seguridad más grave» que se vive 80 años después del bombardeo de la ciudad. Este sábado, el primer ministro rinde homenaje a las víctimas de la bomba atómica de Nagasaki. Issei Kato (REUTERS) «Japón, siendo el único país que ha experimentado ataques nucleares, está comprometido a mantener los tres principios de no proliferación nuclear y a liderar los esfuerzos hacia un mundo sin armas nucleares», afirmó el líder, quien también mencionó que Tokio «impulsará iniciativas realistas y prácticas» en este propósito. La ceremonia tuvo lugar en el Parque de la Paz de Nagasaki, próximo al epicentro de la explosión de la bomba, y se guardó un minuto de silencio a las 11:02 (4:02, hora de España), la hora exacta de la detonación del artefacto de plutonio. Hiroshi Nishioka, que tenía 13 años y estaba en la escuela durante la explosión, recordó: «De repente, una luz naranja lo iluminó todo, caí al suelo y sentí cómo los cuerpos de mis compañeros de clase caían sobre mí». Este sobreviviente de la bomba y miembro de Nihon Hidankyo comentó que «los cuerpos de mis amigos me protegieron de la lluvia de cristales rotos, y quedaron todos cubiertos de sangre». Al mirar por la ventana del aula, el ‘hibakusha’ vio «una gran columna de fuego» donde antes estaba la ciudad y luego lo que pareció «un eclipse solar debido a la enorme nube de humo y ceniza», según relató en su discurso durante el evento. Nishioka advirtió durante la ceremonia: «Las bombas atómicas nunca deben volver a ser utilizadas, porque si eso ocurre, será el fin del mundo». El evento del año pasado, que tuvo una participación récord de 100 países y regiones, se vio envuelto en controversia debido a la decisión de la ciudad de no invitar a Israel por el conflicto en Gaza, lo que llevó a los embajadores de Estados Unidos y otros miembros del Grupo de los Siete a boicotear la ceremonia.
Nagasaki ha señalado este sábado un aumento en el riesgo de una guerra nuclear, instando a la comunidad global a acelerar el desarme nuclear, con la esperanza de que esta ciudad japonesa sea ‘la última en la historia en experimentar un ataque nuclear’, mientras se conmemora el 80º aniversario de dicho bombardeo. La región suroeste de Japón ha llevado a cabo una ceremonia en recuerdo de las víctimas del bombardeo realizado por Estados Unidos el 9 de agosto de 1945, solo tres días después del primer ataque nuclear en Hiroshima. Se calcula que el total de muertes debido a los dos bombardeos y sus consecuencias llega a 400,000. Continuar leyendo.