La playa es un entorno ideal para descansar, pero también un circo cada vez que llevamos todos los trastos.
La combinación de humedad, viento y sal crea un caldo de cultivo perfecto para la oxidación de todas nuestras hamacas y sillas. La simple exposición al aire marino es suficiente para que el óxido empiece a desgastar nuestros complementos playeros.
El salitre se deposita sobre las superficies, corroe el metal con rapidez y debilita la estructura, acortando su vida útil.
Por qué no basta con pintura ni barniz
Aplicar pintura o barniz puede parecer una solución lógica para proteger el metal, pero en un entorno como la playa, no es suficiente.
La pintura se resquebraja con el tiempo, especialmente en superficies que se pliegan, se mueven o reciben golpes constantes, como una hamaca.
El barniz, por su parte, ofrece una protección limitada frente a la salinidad y la abrasión. Además, ambos requieren un mantenimiento constante y suelen deteriorarse con rapidez si no se aplican con técnicas muy precisas.
La solución más eficaz
Lo más efectivo para proteger una hamaca de playa frente al óxido es el spray anticorrosión de base oleosa o de grado marino.
Estos productos crean una película invisible sobre el metal que repele la humedad y evita que la sal se adhiera. A diferencia de la pintura, el spray penetra en juntas, tornillos y recovecos donde suele empezar la oxidación.
Además, basta con rociar la superficie limpia y seca cada cierto tiempo para mantenerla protegida.
Cómo usarlo correctamente
Antes de aplicar el spray, es fundamental limpiar bien la hamaca, eliminando restos de arena, polvo o sal. Una vez seca, se debe rociar de forma uniforme sobre todas las partes metálicas, poniendo especial atención en las zonas móviles o de contacto.
La aplicación debe repetirse cada pocas semanas si la hamaca se expone de forma continua al entorno marino, o al menos al final de la temporada antes de guardarla.
Proteger tu hamaca de playa no tiene por qué ser complicado. Con el producto adecuado, puedes evitar el deterioro causado por el óxido y mantenerla en buen estado durante muchos veranos.
La playa es un entorno ideal para descansar, pero también un circo cada vez que llevamos todos los trastos.. La combinación de humedad, viento y sal crea un caldo de cultivo perfecto para la oxidación de todas nuestras hamacas y sillas. La simple exposición al aire marino es suficiente para que el óxido empiece a desgastar nuestros complementos playeros.. El salitre se deposita sobre las superficies, corroe el metal con rapidez y debilita la estructura, acortando su vida útil.. Por qué no basta con pintura ni barniz. Aplicar pintura o barniz puede parecer una solución lógica para proteger el metal, pero en un entorno como la playa, no es suficiente.. La pintura se resquebraja con el tiempo, especialmente en superficies que se pliegan, se mueven o reciben golpes constantes, como una hamaca.. El barniz, por su parte, ofrece una protección limitada frente a la salinidad y la abrasión. Además, ambos requieren un mantenimiento constante y suelen deteriorarse con rapidez si no se aplican con técnicas muy precisas.. La solución más eficaz. Lo más efectivo para proteger una hamaca de playa frente al óxido es el spray anticorrosión de base oleosa o de grado marino.. Estos productos crean una película invisible sobre el metal que repele la humedad y evita que la sal se adhiera. A diferencia de la pintura, el spray penetra en juntas, tornillos y recovecos donde suele empezar la oxidación.. Además, basta con rociar la superficie limpia y seca cada cierto tiempo para mantenerla protegida.. Cómo usarlo correctamente. Antes de aplicar el spray, es fundamental limpiar bien la hamaca, eliminando restos de arena, polvo o sal. Una vez seca, se debe rociar de forma uniforme sobre todas las partes metálicas, poniendo especial atención en las zonas móviles o de contacto.. La aplicación debe repetirse cada pocas semanas si la hamaca se expone de forma continua al entorno marino, o al menos al final de la temporada antes de guardarla.. Proteger tu hamaca de playa no tiene por qué ser complicado. Con el producto adecuado, puedes evitar el deterioro causado por el óxido y mantenerla en buen estado durante muchos veranos.
Apenas lleva unos minutos y te durará muchos veranos más
La playa es un entorno ideal para descansar, pero también un circo cada vez que llevamos todos los trastos.. La combinación de humedad, viento y sal crea un caldo de cultivo perfecto para la oxidación de todas nuestras hamacas y sillas. La simple exposición al aire marino es suficiente para que el óxido empiece a desgastar nuestros complementos playeros.. El salitre se deposita sobre las superficies, corroe el metal con rapidez y debilita la estructura, acortando su vida útil.. Por qué no basta con pintura ni barniz. Aplicar pintura o barniz puede parecer una solución lógica para proteger el metal, pero en un entorno como la playa, no es suficiente.. La pintura se resquebraja con el tiempo, especialmente en superficies que se pliegan, se mueven o reciben golpes constantes, como una hamaca.. El barniz, por su parte, ofrece una protección limitada frente a la salinidad y la abrasión. Además, ambos requieren un mantenimiento constante y suelen deteriorarse con rapidez si no se aplican con técnicas muy precisas.. La solución más eficaz. Lo más efectivo para proteger una hamaca de playa frente al óxido es el spray anticorrosión de base oleosa o de grado marino.. Estos productos crean una película invisible sobre el metal que repele la humedad y evita que la sal se adhiera. A diferencia de la pintura, el spray penetra en juntas, tornillos y recovecos donde suele empezar la oxidación.. Además, basta con rociar la superficie limpia y seca cada cierto tiempo para mantenerla protegida.. Cómo usarlo correctamente. Antes de aplicar el spray, es fundamental limpiar bien la hamaca, eliminando restos de arena, polvo o sal. Una vez seca, se debe rociar de forma uniforme sobre todas las partes metálicas, poniendo especial atención en las zonas móviles o de contacto.. La aplicación debe repetirse cada pocas semanas si la hamaca se expone de forma continua al entorno marino, o al menos al final de la temporada antes de guardarla.. Proteger tu hamaca de playa no tiene por qué ser complicado. Con el producto adecuado, puedes evitar el deterioro causado por el óxido y mantenerla en buen estado durante muchos veranos.