Tras el paréntesis veraniego, Pedro Sánchez se enfrentará a un complicado curso político minado por los procedimientos judiciales en curso —el caso Koldo y los que afectan al fiscal general del Estado, su esposa y su hermano, sin contar los que salpican al PP— y por la fragilidad de su mayoría parlamentaria, pese a lo cual se ha comprometido a intentar sacar unos nuevos presupuestos, que serían los primeros de esta legislatura. Pero la intensa agenda doméstica tendrá que compaginarla con una serie de compromisos internacionales ineludibles, como las cumbres de la COP30 o el G-20, y con encuentros bilaterales al máximo nivel.. Seguir leyendo
Tras el paréntesis veraniego, Pedro Sánchez se enfrentará a un complicado curso político minado por los procedimientos judiciales en curso —el caso Koldo y los que afectan al fiscal general del Estado, su esposa y su hermano, sin contar los que salpican al PP— y por la fragilidad de su mayoría parlamentaria, pese a lo cual se ha comprometido a intentar sacar unos nuevos presupuestos, que serían los primeros de esta legislatura. Pero la intensa agenda doméstica tendrá que compaginarla con una serie de compromisos internacionales ineludibles, como las cumbres de la COP30 o el G-20, y con encuentros bilaterales al máximo nivel.. El primero de ellos, según fuentes gubernamentales, es el viaje a Londres previsto para el 3 de septiembre. Será su primera visita al 10 de Downing Street desde que el primer ministro laborista Keir Starmer se convirtió en su inquilino, el 5 de julio del año pasado. Pocos días después, el 18 de julio de 2024, los dos mandatarios de izquierdas más importantes de Europa se reunieron en los márgenes de la cumbre que la Comunidad Política Europea (CPE) ―que reúne a casi 50 países, incluidos los 27 de la UE― celebró en Oxfordshire (Reino Unido). Ambos políticos volvieron a hablar, esta vez telefónicamente, el pasado 18 de julio, tras alcanzarse un acuerdo sobre las relaciones de Gibraltar con la UE, que supondrá la demolición de la Verja.. Una vez despejado el panorama sobre Gibraltar ―aunque aún debe ultimarse el texto del futuro tratado entre el Reino Unido y la UE― Sánchez y Starmer se centrarán en relanzar las relaciones bilaterales entre ambos países, una de las más intensas que mantiene España, como demuestra la llegada de unos 20 millones de turistas británicos cada año o la inversión española acumulada en el Reino Unido, que ronda los 170.000 millones de euros en las últimas décadas. Sobre la mesa estarán también las nuevas relaciones de Londres con la Unión tras el Brexit, la participación británica en el fondo de 150.000 millones de euros de la UE para defensa ―del que España ha reclamado 1.000 millones con los que financiar ocho programas― o los conflictos de Oriente Próximo y Ucrania.. Aunque Sánchez y Starmer han mantenido hasta ahora posturas muy diferentes sobre el exterminio de los gazatíes por parte de Israel, el británico se ha acercado a la posición de España, que reconoció al Estado palestino en mayo del año pasado, al anunciar que Londres también lo hará en septiembre si Netanyahu no pone fin para entonces a la matanza indiscriminada de civiles y el asedio a la Franja.. La masacre de Gaza será con toda seguridad uno de los temas centrales de la Asamblea General de la ONU, que este año conmemora el 80º aniversario de su fundación, ante la que el presidente español tiene previsto intervenir a finales de septiembre en Nueva York. Pero el mes con la agenda internacional más cargada será noviembre, con hasta cuatro cumbres internacionales, que acapararán la actividad de Sánchez de manera casi interrumpida durante semanas.. La primera cita será la COP30, la conferencia para intentar frenar el cambio climático, que reunirá a los líderes mundiales en la ciudad de Belém, en la Amazonía brasileña, los días 6 y 7 de noviembre. A esta le seguirá sin solución de continuidad la cumbre UE-Celac (Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe), que tendrá lugar en Santa Marta (Colombia), los días 9 y 10.. Si la segunda semana de noviembre estará centrada en América Latina, la tercera lo hará en África. El 22 y 23 de noviembre tendrá lugar la cumbre del G-20, el foro que agrupa a las principales potencias económicas del mundo y al que España asiste como invitado permanente, en Johannesburgo (Sudáfrica). Inmediatamente después tendrá lugar la cumbre UE-Unión Africana en Luanda (Angola), los días 24 y 25.. Sánchez no debería faltar a ninguna de estas citas, tanto por el lugar donde se celebran, especialmente las sudamericanas, como por los temas a tratar: en un caso, el cambio climático (uno de los ejes de su agenda política); y en los otros tres, el nuevo orden económico, en un momento en que EE UU ha levantado barreras arancelarias e impuesto la ley del más fuerte en el comercio mundial.. La COP30 y la cumbre de Johannesburgo serán además las primeras de su clase que se celebren tras el regreso a la Casa Blanca de Donald Trump, quien no oculta su desprecio por estos foros, por lo que es probable que la representación de Estados Unidos, si asiste, sea de bajo nivel. Los demás países se enfrentarán así al reto de salvar la diplomacia multilateral en ausencia de la principal potencia del mundo.. La agenda internacional del otoño incluye también cuatro cumbres europeas. El 1 de octubre se celebrará en Dinamarca, país al que corresponde la presidencia rotatoria de la Unión en este semestre, la cumbre informal de jefes de Estado y Gobierno de la UE y, al día siguiente, la de la Comunidad Política Europea. Las reuniones ordinarias del Consejo Europeo tendrán lugar en Bruselas los días 23 y 24 de octubre y 18 y 19 de diciembre. Esta densa agenda podría apretarse aún más con algún otro viaje bilateral, que no se suele confirmar hasta última hora.
El presidente se enfrenta en otoño a una agenda cargada de cumbres y citas en el exterior