La batalla esta vez se la llevó Jannik Sinner (4-6, 6-4, 6-4 y 6-4). Empezó mandando Alcaraz en la final de Wimbledon, pero terminó desesperado y destronado el doble campeón, que no pudo repetir el doblete tierra-hierba, París-Londres. Ganó el número uno del mundo su cuarto Grand Slam y corta la racha de derrotas personal con el español, que iba por cinco; y las 24 victorias seguidas y las 20 en Wimbledon que llevaba en general el murciano. No encontró esta vez el camino de vuelta el pupilo de Juan Carlos Ferrero cuando vinieron malas.. No fueron tan malas como las de Roland Garros, donde llegó a ir perdiendo por dos sets a cero y a tener tres pelotas de partido en contra en el cuarto parcial, para firmar una remontada histórica. Esta vez los pensamientos negativos le invadieron con el duelo ya empezado. Porque lo había arrancado bien. Tras cuatro juegos de tanteo, subió el ritmo y Sinner fue el primero en lograr el break, pero la respuesta no tardó en llegar, además de una manera inapelable, demostrando todo lo que es Alcaraz: por un lado la magia, la improvisación, con una derecha cortada “old school” y una volea impresionante; por otro, la potencia, en un punto a ritmo, ideal para Sinner, pero en el que el italiano terminó desbordado y fallando una derecha directamente porque no le dio tiempo a armar el brazo. Moralmente, Carlos estaba por las nubes y Sinner se iba empequeñeciendo. Acabó en el suelo al intentar arrancar a una dejada, terminó cediendo ese parcial concediendo la pelota definitiva con una doble falta. “Cabeza”, le decía Virginia, la mamá de Carlos, a su hijo, con el dedo en la sien. Y el puntazo que cerró el set fue increíble, con el número uno buscando todo, contragolpeando con una derecha en carrera, pero encontrando la réplica de Carlos con un revés medio resbalando.. Todo estaba en ese momento de cara para el campeón. Había una pregunta en el aire: ¿cómo encajaría el golpe Sinner, que tenía encima también lo sucedido en París? La contestación no tardó en llegar, porque comenzó el segundo set con un break. Tuvo mucho mérito era reacción, y también que el pelirrojo aguantara las embestidas de Carlos. Todavía parecía confiado el español, sobrado incluso con alguna dejada de volea cortita que se le quedó en la red. Apretó, pero no consiguió recuperar ese break y cada vez se fue enredando más con el servicio, una de sus grandes armas los últimos partidos, pero que esta vez no le funcionó. “¡Qué malo eres!”, se gritaba a sí mismo después de hacer dos dobles faltas. Poco a poco se fue desesperando y lo que eran “sí” durante casi una hora y media, fuera como fuese el marcador, sacando el puño, todo mensajes positivos; se fue transformando en negación con la cabeza y signos pesimistas a su banquillo. “Está siendo mejor que yo en todo”, repetía en un tercer set en el que estaba protagonizando un ejercicio de supervivencia. Sacaba adelante sus servicios como podía mientras Sinner volaba. El marcador estaba igualado, aunque no lo pareciera por las expresiones de uno y otro.. Sufría Alcaraz y sufría en el palco real el Rey Felipe VI con una bola apurada. Resoplaba, mientras el jugador español estaba realmente aturullado. Fue un tercer parcial de puro nervio, muy psicológico, que se terminó llevando el jugador que más fe tenía en sí mismo. El break de Sinner llegó con un punto impresionante que dejó a Alcaraz por los suelos. Jannik se interesó por su estado de salud antes de sentarse en la silla. No era el físico lo que le fallaba al murciano, ni mucho menos.. El italiano confirmó la rotura para ponerse dos sets a uno. Carlos intentó venirse arriba y gritó un “vamos” tras sacar con apuros el primer juego del cuarto. Intentó agarrarse a la pista, pero a su rival ya le salía todo: bien con el saque, haciendo reveses en el aire en suspensión, incluso siendo más expresivo que en otros partidos. Se le echa en cara eso, algo de falta de carisma, pero cada uno es como es. Él se dedica a jugar al tenis, y además lo hace de cine.. En ese cuarto parcial volvió a lograr el break pronto, para colocarse 2-1. Todo le favorecía y hasta las pelotas que tocaban en la cinta, pasaban. Luchó el español. En ningún momento se dejó ir, pero en esta ocasión se encontró con un tenista que no tembló en ningún momento. Los fantasmas pudieron aparecer cuando con 4-3 sacaba y se vio 15-40, dos pelotas de rotura. Era la gran oportunidad. Se levantaba Felipe VI y aplaudía. Carlos, padre, se medio mordía las uñas y se rascaba la zona del bigote. Pudo con todo eso el italiano y después, con 5-4 y saque, firmó un juego para enmarcar, con la central gritando «Carlos, Carlos». Querían más tenis. Fue la mejor terapia para Sinner. La derrota en Roland Garros podría estar rondándole mucho tiempo por la cabeza, pero han sido sólo cinco semanas. Ya la tiene olvidada. Ahora será a Carlos al que le toque reaccionar, pues durante muchos tramos del encuentro no encontró soluciones ni huecos, fue dominado, tuvo que correr y defenderse, pero esta vez las piernas no fueron suficientes. Le costó pasar al ataque y cuando lo hizo se encontró con un muro.. Sinner no ha dejado escapar el tren en Wimbledon. Se le escapaba en octavos de final, cuando estaba perdido contra Dimitrov, dos sets abajo, 2-2 en el tercero, y entonces el pectoral del búlgaro explotó. No pudo seguir. Una vida extra para Jannik que ha sabido aprovechar. Carlos, a la sexta, pierde su primera final de un Grand Slam. Por delante, seguro que quedan mil batallas entre estos dos jugadores bestiales.. Ver online la final de Wimbledon 2025 en Movistar Plus+. Carlos Alcaraz – Jannik Sinner, en directo hoy: resultado, final de Wimbledon 2025, en vivo online
Directo. El italiano se sobrepone a la dolorosa derrota en Roland Garros hace cinco semanas y destrona al campeón (4-6, 6-4, 6-4 y 6-4). Ver online la final de Wimbledon 2025 en Movistar Plus+. Alcaraz y Sinner, ligados a los Nadal, Federer, Djokovic, McEnroe, Becker…. Madrid Creada: 13.07.2025 21:01. Última actualización: 13.07.2025 21:01. La batalla esta vez se la llevó Jannik Sinner (4-6, 6-4, 6-4 y 6-4). Empezó mandando Alcaraz en la final de Wimbledon, pero terminó desesperado y destronado el doble campeón, que no pudo repetir el doblete tierra-hierba, París-Londres. Ganó el número uno del mundo su cuarto Grand Slam y corta la racha de derrotas personal con el español, que iba por cinco; y las 24 seguidas y las 20 en Wimbledon que llevaba en general el murciano. No encontró esta vez el camino de vuelta el pupilo de Juan Carlos Ferrero cuando vinieron malas.. No fueron tan malas como las de Roland Garros, donde llegó a ir perdiendo por dos sets a cero y a tener tres pelotas de partido en contra en el cuarto parcial, para firmar una remontada histórica. Esta vez los pensamientos negativos le invadieron con el duelo ya empezado. Porque lo había arrancado bien. Tras cuatro juegos de tanteo, subió el ritmo y Sinner fue el primero en lograr el break, pero la respuesta no tardó en llegar, además de una manera inapelable, demostrando todo lo que es el español: por un lado la magia, la improvisación, con una derecha cortada “old school” y una volea impresionante; por otro, la potencia, en un punto a ritmo, ideal para Sinner, pero en el que el italiano terminó desbordado y fallando una derecha directamente porque no le dio tiempo a armar el brazo. Moralmente, Carlos estaba por las nubes y Sinner se iba empequeñeciendo. Acabó en el suelo al intentar arrancar a una dejada, terminó cediendo ese parcial concediendo la pelota definitiva con una doble falta. “Cabeza”, le decía Virginia, la mamá de Carlos, a su hijo, con el dedo en la sien. Y el puntazo que cerró el set fue increíble, con el número uno buscando todo, contragolpeando con una derecha en carrera, pero encontrando la réplica de Carlos con un revés medio resbalando.. Todo estaba en ese momento a favor del campeón. Había una pregunta en el aire: ¿cómo encajaría el golpe Sinner, que tenía encima también lo sucedido en París? La contestación no tardó en llegar, porque comenzó el segundo set con un break. Tuvo mucho mérito era reacción, y también que el pelirrojo aguantara las embestidas de Carlos. Todavía parecía confiado el español, sobrado incluso con alguna dejada de volea cortita que se le quedó en la red. Apretó, pero no consiguió recuperar ese break y cada vez se fue enredando más con el servicio. “¡Qué malo eres!”, se gritaba a sí mismo después de hacer dos dobles faltas. Poco a poco se fue desesperando y lo que eran “sí” durante casi una hora y media, fuera como fuese el marcador, sacando el puño, todo mensajes positivos; se fue transformando en negación con la cabeza y signos pesimistas a su banquillo. “Está siendo mejor que yo en todo”, repetía en un tercer set en el que estaba protagonizando un ejercicio de supervivencia. Sacaba adelante sus saques como podía mientras Sinner volaba. El marcador estaba igualado, aunque no lo pareciera por las expresiones de uno y otro.. Sufría Alcaraz y sufría en el palco real el Rey Felipe VI con una bola apurada. Resoplaba, mientras el jugador español estaba realmente aturullado. Fue un tercer set de puro nervio, muy psicológico, que se terminó llevando el jugador que más fe tenía en sí mismo. El break de Sinner llegó con un punto impresionante que dejó a Alcaraz por los suelos. Jannik se interesó por su estado de salud antes de sentarse en la silla. No era el físico lo que le fallaba al murciano, ni mucho menos.. El italiano confirmó la rotura para ponerse dos sets a uno. Carlos intentó venirse arriba y gritó un “vamos” tras sacar con apuros el primer juego del cuarto set. Intentó agarrarse a la pista, pero a su rival ya le salía todo: bien con el saque, haciendo reveses en el aire en suspensión, incluso siendo más expresivo que en otros partidos. Se le echa en cara eso, algo de falta de carisma, pero cada uno es como es. Él se dedica a jugar al tenis, y además lo hace de cine.. En el cuarto set volvió a lograr el break pronto, para colocarse 2-1. Todo se le ponía de cara, hasta las pelotas que tocaban en la cinta, pasaban. Luchó el español. En ningún momento se dejó ir, pero esta vez se encontró con un tenista que no tembló en ningún momento. Los fantasmas pudieron aparecer cuando 4-3 sacaba y se vio 15-40, dos pelotas de rotura. Se levantaba Felipe VI y aplaudía. Carlos, padre, se medio mordía las uñas y se rascaba la zona del bigote. Pudo con todo eso el italiano y después, con 5-4 y saque, firmó un juego para enmarcar, con la central gritando «Carlos, Carlos». Querían más tenis. Fue la mejor terapia para Sinner. La derrota en Roland Garros podría estar rondándole mucho tiempo por la cabeza, pero han sido sólo cinco semanas. Ya la tiene olvidada. Ahora será a Carlos al que le toque reaccionar, pues durante muchos tramos del encuentro no encontró soluciones ni huecos, fue dominado, tuvo que correr y defenderse, pero esta vez las piernas no fueron suficientes. Le costó pasar al ataque y cuando lo hizo se encontró con un muro.. Sinner no ha dejado escapar el tren en Wimbledon. Se le escapaba en octavos de final, cuando estaba perdido contra Dimitrov, dos sets abajo, 2-2 en el tercero, cuando el pectoral del búlgaro explotó. No pudo seguir. Una vida extra para Jannik que ha sabido aprovechar. Carlos, a la sexta, pierde su primera final de un Grand Slam. Por delante, seguro que quedan mil batallas entre estos dos jugadores bestiales.. Ver online la final de Wimbledon 2025 en Movistar Plus+. Carlos Alcaraz – Jannik Sinner, en directo hoy: resultado, final de Wimbledon 2025, en vivo online. Actualizado a las 21:01. ARCHIVADO EN:. Sebastián Parra
Noticias de Deportes en La Razón