Hay un medicamento esencial para tratar la enfermedad de Alzheimer que fue aprobado en Estados Unidos, pero que Europa decidió rechazar en abril de este año. La elección fue impulsada, sobre todo, por los efectos adversos que causaba. Sin embargo, en este momento, ese inconveniente podría haber llegado a su fin. Un ajuste que parece simple en la dosis del medicamento donanemab ha demostrado ser efectivo para mitigar sus efectos secundarios sin afectar su efectividad. Eli Lilly, la compañía farmacéutica que produce el fármaco, ha comunicado que la FDA ha dado su aprobación para actualizar la información del producto, incorporando un nuevo esquema de dosificación que reduce considerablemente la aparición de ARIA (anomalías de imagen relacionadas con el amiloide), uno de los principales efectos secundarios de estos tratamientos. El donanemab ha tenido su aprobación en EE. UU. desde julio de 2024, y también está disponible en el Reino Unido, China y Japón. Es un anticuerpo monoclonal altamente efectivo, dirigido a las placas de amiloide que se acumulan en el cerebro de personas con demencia. Se administra mensualmente a pacientes con Alzheimer en etapas tempranas y con síntomas. En ensayos clínicos, mostró una disminución en el deterioro cognitivo de hasta un 35% en casos más leves. Aunque sus ventajas clínicas están respaldadas por datos sólidos, su historial de seguridad ha generado preocupaciones debido a la aparición de ARIA, un efecto secundario que preocupa especialmente a los organismos reguladores. Reconociendo esto, Lilly llevó a cabo el estudio TRAILBLAZER-ALZ 6 para evaluar los efectos de alterar el momento de las dos primeras dosis de tratamiento. La modificación implicó mover uno de esos viales de la primera dosis a la tercera, conservando la misma cantidad total de dosis antes de la semana 24. Los resultados fueron impresionantes: hubo una disminución del 41% en la aparición de ARIA-E (con hinchazón/ derrame) a las 24 semanas y del 35% a las 52 semanas, en comparación con el plan de tratamiento inicial. Además, la terapia condujo a una reducción del 67% de las placas amiloides.
Donanemab no está aprobado en esta región debido a sus posibles riesgos; sin embargo, el ajuste de la dosis puede eliminar esos riesgos sin comprometer su eficacia.
Hay un medicamento esencial para tratar la enfermedad de Alzheimer que fue aprobado en Estados Unidos, pero que Europa decidió rechazar en abril de este año. La elección fue impulsada, sobre todo, por los efectos adversos que causaba. Sin embargo, en este momento, ese inconveniente podría haber llegado a su fin. Un ajuste que parece simple en la dosis del medicamento donanemab ha demostrado ser efectivo para mitigar sus efectos secundarios sin afectar su efectividad. Eli Lilly, la compañía farmacéutica que produce el fármaco, ha comunicado que la FDA ha dado su aprobación para actualizar la información del producto, incorporando un nuevo esquema de dosificación que reduce considerablemente la aparición de ARIA (anomalías de imagen relacionadas con el amiloide), uno de los principales efectos secundarios de estos tratamientos. El donanemab ha tenido su aprobación en EE. UU. desde julio de 2024, y también está disponible en el Reino Unido, China y Japón. Es un anticuerpo monoclonal altamente efectivo, dirigido a las placas de amiloide que se acumulan en el cerebro de personas con demencia. Se administra mensualmente a pacientes con Alzheimer en etapas tempranas y con síntomas. En ensayos clínicos, mostró una disminución en el deterioro cognitivo de hasta un 35% en casos más leves. Aunque sus ventajas clínicas están respaldadas por datos sólidos, su historial de seguridad ha generado preocupaciones debido a la aparición de ARIA, un efecto secundario que preocupa especialmente a los organismos reguladores. Reconociendo esto, Lilly llevó a cabo el estudio TRAILBLAZER-ALZ 6 para evaluar los efectos de alterar el momento de las dos primeras dosis de tratamiento. La modificación implicó mover uno de esos viales de la primera dosis a la tercera, conservando la misma cantidad total de dosis antes de la semana 24. Los resultados fueron impresionantes: hubo una disminución del 41% en la aparición de ARIA-E (con hinchazón/ derrame) a las 24 semanas y del 35% a las 52 semanas, en comparación con el plan de tratamiento inicial. Además, la terapia condujo a una reducción del 67% de las placas amiloides.