El nombre de Maria Babiloni rinde tributo a sus abuelos, mientras que Pau Lluc utiliza este seudónimo para firmar su impactante obra titulada Despojos (Despulles en su versión original en catalán, publicada también por la editorial Reclam). En su obra, relata, en ocasiones con versos conmovedores y en otras con la objetiva frialdad de una denuncia, el dolor y el trauma de haber sido víctima de abusos sexuales por parte de su padre entre los 12 y 16 años. La obra examina su sufrimiento y enojo, a la vez que actúa como una guía íntima de su proceso terapéutico. Comienza con la elección de dar a conocer su vivencia en una sociedad que suele ocultar la violencia sexual durante la niñez, y aún más cuando sucede en el entorno familiar.
Maria Babiloni relata su sufrimiento, furia y el proceso terapéutico que ha llevado a cabo para enfrentar la violencia sexual que sufrió a manos de su padre en un libro.
El nombre de Maria Babiloni rinde homenaje a sus abuelos, mientras que Pau Lluc usa este seudónimo para firmar su impactante obra, Despojos (titulada Despulles en catalán, también publicada por la editorial Reclam). En su obra, relata, en ocasiones con versos cargados de emoción y en otras con un tono más distante y formal, el impacto que sufrió debido a los abusos sexuales que le infringió su padre entre los 203 y 16 años. La obra es una reflexión sobre su sufrimiento y enojo, así como un relato íntimo de su proceso terapéutico que comienza con la decisión de dar visibilidad a su experiencia en una sociedad que suele ignorar la violencia sexual en la infancia, especialmente en el entorno familiar. Los nueve meses de terapia grupal con otras nueve mujeres, también sobrevivientes de abusos, fueron curativos y fundamentales en la escritura del libro de esta profesora de secundaria en excedencia de 51 años, originaria de Alboraia en la Comunidad Valenciana, quien ahora ofrece cursos sobre prevención e identificación de abusos sexuales, dirigidos especialmente a educadores. A lo largo de mi vida, he participado en diferentes terapias. «Esto fue particularmente interesante porque funcionó como un espejo: al ver reflejadas a otras víctimas, resulta muy terapéutico», menciona. María compuso poemas para su propio uso, reunió notas personales, reflexiones, información y recomendaciones de lecturas para crear un libro íntimo que evita el sensacionalismo, sin ocultar la verdad, y al mismo tiempo proporciona información útil y experiencias para enfrentar un tema que afecta a uno de cada cinco niños en el mundo antes de llegar a los 17 años. «Casi tenía 17 años cuando hablé del problema en casa.» Lo recuerdo como una experiencia de liberación, aunque también llena de miedo, ya que se está frente al agresor. Impactó de manera sorprendente. «Mi entorno familiar y social no estaba listo para escuchar mi historia, así que decidí volver al silencio», dice la autora por teléfono desde su hogar en el País Vasco, donde ha estado viviendo en contacto con la naturaleza durante siete años. «La mayoría de los abusos sexuales ocurridos en la infancia suceden en el ámbito familiar, siendo el padre el principal agresor, según el informe Abuso sexual en la infancia y la adolescencia según los afectados y su evolución en España (2008-2019) de la Fundación ANAR», destaca la autora, quien enfatiza la necesidad de educación y concienciación sobre este problema.