Más de 41 millones de europeos ya se ven afectados por lo que se conoce como «pobreza vacacional». En España, la cifra es tres puntos superior a la media de la Unión Europea, que es del 15%, y ha aumentado casi un 3% en el transcurso de un año.
Las vacaciones de verano son muy esperadas por los empleados, ya que representan un período de relajación, disfrute, tiempo en familia, viajes a la playa y regreso a sus ciudades natales. En esencia, es una oportunidad para tomar un descanso del trabajo por unos días para refrescarse y rejuvenecerse hasta que termine el año. Sin embargo, esto no es cierto para todos. Millones de personas en España no pueden disfrutar de una vida llena de ocio, aun cuando tengan un trabajo y reciban un cheque mensual. Tener un trabajo y ganar un salario mensual no garantiza que puedas permitirte unas vacaciones, convirtiéndola en un sueño inalcanzable. Esta es la situación de más de cinco millones de trabajadores en España que no pueden permitirse los gastos de unas vacaciones y deben permanecer en casa. Dos de cada diez empleados no pueden permitirse ni siquiera una semana de vacaciones, a pesar de tener un trabajo. Una tendencia que está creciendo en nuestro país y en toda la Unión Europea es el aumento del número de personas empleadas que experimentan lo que se conoce como «pobreza de vacaciones». Esto ha dado lugar a un aumento de un millón, lo que indica que 22.262 millones de trabajadores europeos no pueden permitirse ni siquiera una semana de vacaciones. Según estas estadísticas, el porcentaje de europeos sin vacaciones representa ahora el 27% de la fuerza laboral, lo que sitúa a España tres puntos por encima de la media europea. Un informe del Instituto Europeo de Sindicatos (ETUI), basado en microdatos de Eurostat, revela que la «pobreza de vacaciones» en España ha aumentado casi un 211% en tan sólo un año. El estudio se basa en los datos oficiales más recientes de 2003 a 2020. Sin embargo, España no tiene los porcentajes más altos en general.
Las vacaciones de verano son muy esperadas por los empleados, ya que representan un período de relajación, disfrute, tiempo en familia, viajes a la playa y regreso a sus ciudades natales. En esencia, es una oportunidad para tomar un descanso del trabajo por unos días para refrescarse y rejuvenecerse hasta que termine el año. Sin embargo, esto no es cierto para todos. Millones de personas en España no pueden disfrutar de una vida llena de ocio, aun cuando tengan un trabajo y reciban un cheque mensual. Tener un trabajo y ganar un salario mensual no garantiza que puedas permitirte unas vacaciones, convirtiéndola en un sueño inalcanzable. Esta es la situación de más de cinco millones de trabajadores en España que no pueden permitirse los gastos de unas vacaciones y deben permanecer en casa. Dos de cada diez empleados no pueden permitirse ni siquiera una semana de vacaciones, a pesar de tener un trabajo. Una tendencia que está creciendo en nuestro país y en toda la Unión Europea es el aumento del número de personas empleadas que experimentan lo que se conoce como «pobreza de vacaciones». Esto ha dado lugar a un aumento de un millón, lo que indica que 22.262 millones de trabajadores europeos no pueden permitirse ni siquiera una semana de vacaciones. Según estas estadísticas, el porcentaje de europeos sin vacaciones representa ahora el 27% de la fuerza laboral, lo que sitúa a España tres puntos por encima de la media europea. Un informe del Instituto Europeo de Sindicatos (ETUI), basado en microdatos de Eurostat, revela que la «pobreza de vacaciones» en España ha aumentado casi un 211% en tan sólo un año. El estudio se basa en los datos oficiales más recientes de 2003 a 2020. Sin embargo, España no tiene los porcentajes más altos en general.